Los casos de infanticidio no dejan de estremecer a la población cada que hay un caso nuevo, lo que no se puede comprender es que sean los mismos progenitores y personas cercanas al entorno familiar los que cometen el delito.
Una de las causales de infanticidio que se cometen por los progenitores, principalmente por las mamás, es que tienen deseos de venganza con sus parejas a quienes no quieren darles la custodia o no quieren que los vean o porque no quieren que sufran como ellas, si es que tuvieron episodios de vida dramáticos.
“Existen varios motivos por las cuales las madres incurren en este delito, como es el infanticidio, por situaciones altruistas, a veces, por salvar a los hijos del daño colateral que supone la violencia por parte de los padres y al intentar dañarse a la pareja, dañan también a los hijos”, explicó la psicóloga forense, Lorena Cox.
Pues de acuerdo con sus estudios realizados en Cochabamba, las decisiones de las madres que matan a sus hijos son más con fines altruistas que por venganza contra sus parejas, que no dejan de ser una causal para cometer el delito. “Estamos hablando, básicamente, de una población psiquiátrica que ya ha desarrollado cierto tipo de síntomas que requieren una asistencia profesional y hasta médica controlada”, resaltó, haciendo alusión a que muchos de los progenitores también sufrieron etapas de violencia previa y una atención oportuna podría ayudarlos a sanar de sus traumas.
Los padres que deciden terminar con la vida de sus hijos también pudieron tener antecedentes suicidas debido a la experiencia familiar de la que fueron parte y si no recibieron el acompañamiento psicológico necesario pueden llegar a ser potencialmente infanticidas, pues la violencia que ejercieron con ellos es transmitida a otros más vulnerables como los hijos pequeños. “Estamos hablando de una persona que se encuentra con una autoestima muy baja, con una persona dependiente”, indicó Cox.
Cox clasifica el infanticidio de dos maneras activa y pasiva. La activa es cuando hay intencionalidad de matar, también con la intención de dañar a la pareja y cuando se produce el delito la madre no es plenamente consciente, incluso se puede decir que llegan a un nivel de locura que las lleva a cometer el delito. La pasiva, que está dentro del infanticidio o intento de infanticidio cuando los progenitores descuidan a sus hijos en su salud o alimentación, pero no hay intención de matarlos, aunque los menores atraviesan por una serie de accidentes que puede hacerlos perder la vida. Se puede concluir que, en ambos casos, los progenitores que resultan ser los agresores también enfrentaron momentos de violencia previa en su infancia y adolescencia.
“No se puede comprender el cometer este tipo de delitos o desarrollar un alto grado de violencia en relación con personas tan indefensas como son los niños. Algo debe pasar con su mente y está relacionado con una historia de violencia que ha desembocado en un trastorno mental”, indica ya que los agresores también sufrieron de agresión por otras personas.
El infanticidio es un delito que se puede prevenir, indicó la representante legal del Colectivo Mujeres de Fuego, Nivia Coca, puesto que con la valoración psicológica necesaria a las personas que tengan algún trastorno pueden estudiar los casos de manera particular y poder llegar a darles alguna medicación o internación, si fuera necesario, para poder tratarlos, indicó.
Una de las propuestas que hace el colectivo, a largo plazo, es modificar la Ley 548 Código Niño, Niña y Adolescente, donde encontraron vacíos respecto al infanticidio en el artículo 258, donde estipula “Se sancionará con pena de presidio de treinta (30) años, sin derecho a indulto, a quien mate a una niña o un niño desde su nacimiento hasta sus doce (12) años”, el cambio que ellas sugieren es que la pena sea acumulativa, ya que hubo casos en los que no fue solo un niño fallecido sino tres o más, explicó.
Respecto al más reciente caso, en el que una madre mató a su hijo de dos años degollándolo, se pronunciaron e indicaron que ya hubo señales previas, “tengo entendido que había denuncias anteriores, incluso de parte del padre en Defensorías. Si se hubiera atendido a esta familia, a esta denuncia, con el profesionalismo que se debería, no estaríamos lamentando en este momento ningún hecho de infanticidio”, remarcó Coca.
Piden que, a corto plazo, las autoridades puedan incrementar los recursos económicos y humanos para las defensorías, ya que solamente hay un psicólogo que atiende los casos para todo un municipio, lo cual no es suficiente. Es por eso que hay casos que se descuidan a pesar de tener denuncias anteriores.
Las denuncias pueden salir de las unidades educativas porque muchas veces los maestros se dan cuenta de lo que pasa con sus estudiantes. “Así que si eres profesor o compañero debes hacer la denuncia a la dirección, ellos remitirla a la Defensoría. Si eres vecino, hacer conocer a la Defensoría, FELCV o Fiscalía, para que tomen la denuncia de manera formal, pero si las instituciones no hacen caso y revictimizan a las víctimas, es donde entramos como colectivo”, dijo Coca.
Las denuncias pueden hacerlas al celular 70347732 o contactarlas por Facebook o Instagram con el nombre Colectivo Mujeres de Fuego Bolivia, lo importante es denunciar.
Fuente/opinion.com.bo
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