Las autoridades determinaron que el menor debe vivir con su familia ampliada y en caso de no tenerla, deberá permanecer en un centro de acogida. La progenitora debe recibir terapia.
Luego de un proceso de investigación, las autoridades jurisdiccionales determinaron apartar a un menor de edad de su madre biológica, después de confirmarse que la mujer había causado daños físicos y psicológicos a la víctima. Se dio hasta este fin de semana para encontrar a su familia ampliada que se haga cargo del niño, caso contrario, ingresarlo a un centro de acogida.
De acuerdo al informe de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA) de Cercado, fue el mismo niño quien acudió a esta instancia a fin de denunciar las agresiones que sufría y para pedir medidas de protección. Durante los últimos meses se llevó adelante la investigación y el proceso concluyó con un juicio en el Juzgado del Menor la pasada semana.
En el marco del Código Niña, Niño, Adolescente y la normativa vigente, esta instancia y el sistema judicial tienen la obligación de velar en primera instancia por los derechos de los menores de edad, por encima de los intereses de los progenitores o los tutores.
Es así que se dictó que sea atendido por su familia ampliada o se lo ingrese a un centro del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges) de manera transitoria. Mientras que la mujer debe recibir orientación psicológica con el objetivo de que no se repita la agresión.
Actualmente el niño se encuentra en un centro de acogida, mientras avanzaba el proceso. El lunes se definirá su permanencia o salida, en base al informe que presente la trabajadora social.
Tareas de prevención
Con respecto a este tipo de casos de violencia intrafamiliar, el asesor de la Secretaría Municipal de la Mujer, Familia y Poblaciones Vulnerables, Waldo Tarifa, explicó que se lleva adelante un programa en las unidades educativas de Cercado para promover lo que se denomina “crianza con ternura”.
Este programa recorre las escuelas mediante un cronograma con personal interdisciplinario, es así que se establece un contacto con los directores y profesores de los establecimientos. De acuerdo al funcionario, son precisamente los miembros del plantel quienes notan y reportan múltiples casos de “padres ausentes”, es decir que los progenitores no acompañan el desarrollo educativo de sus hijos.
Por otra parte, Tarifa mencionó que también está en funcionamiento el Programa de Fortalecimiento Familiar que tiene la función de dar un acompañamiento terapéutico a las familias, trabajando en base a sus debilidades o las posibles crisis que pueden estar atravesando sus integrantes.
La Defensoría de la Niñez y Adolescencia tiene habilitada la línea telefónica 69330777 para que todas las víctimas o personas que conozcan una situación de violencia contra menores de edad puedan hacer su denuncia.
Fuente/elpais.bo
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