Según un estudio presentado este miércoles por Save The Children y la Coordinadora de la Mujer, solo en 2021 se celebraron en el país 223 matrimonios con y entre menores de 18 años de edad. De esta cifra, el 91% son mujeres casadas con personas mayores.
La publicación denominada “Matrimonios y Uniones Infantiles Tempranos y Forzados en Bolivia” fue hecha a conocer en un céntrico hotel de la ciudad de La Paz y se contó con la presencia de la viceministra de Igualdad de Oportunidades, Nadia Cruz.
Al concluir el evento, la autoridad de Estado afirmó que existe una “grave afectación” a la integridad, la dignidad de las mujeres. “Lastimosamente son obligadas a uniones o a matrimonios infantiles”, señaló la funcionaria.
También afirmó que los datos del estudio estarían ligados a la tasa de embarazos a adolescentes que hay en el país y que es elevada.
Cruz expresó su preocupación porque los matrimonios estarían encubriendo hechos de violencia sexual, sometimiento o de marginación de las jóvenes en poblaciones y áreas rurales que ven el matrimonio como un escape de su realidad.
“Ven, entre comillas, una salida en un matrimonio forzado la posibilidad de encontrar mejores condiciones, lastimosamente de acuerdo a lo que revela este estudio y lo que se conoce a nivel de la región, lo único que se genera es asentar los polos de pobreza, asentar la marginación, la desigualdad y el sometimiento de las mujeres respecto de los hombres. En este caso en una mayor vulnerabilidad porque estamos hablando de niñas y adolescentes”, añadió.
Los motivos
En el estudio se mencionan varios motivos por el que se dan los matrimonios y uniones forzadas de niñas y adolescente, que parten de los factores socioculturales como el embarazo adolescente o unión libre, el embarazo infantil, la maternidad en solitario, las violaciones sexuales, el tema cultural y la busca de mejores condiciones para la mujer y la familia.
Cruz atribuye este tipo de casos a las desigualdades sociales, “en muchas partes de la región las familias ven como una oportunidad en el matrimonio forzado o en la unión de sus hijas la posibilidad de contar con mejores condiciones económicas tanto para la propia menor como para el entorno familiar”, esto sitúa a la persona a permanecer en situación de pobreza y disminuye su posibilidad de tener mejores oportunidades.
Respecto a los casos de violencia sexual, indicó que aún se registran casos de niñas, adolescentes y mujeres en general que se ven “forzadas en muchos casos por un dogma cultural, un dogma religioso y social para que estás puedan casarse o pueden unirse a sus agresores”.
Esta situación, dijo que generaría una afectación en especial en las menores de edad porque no parte de su voluntad esta determinación, sino de sus padres o tutores quienes son los encargados de “pactar” o de decidir unirlas con sus agresores.
El matrimonio y unión de adolescentes con hombres mayores es un tema de “desigualdad”, porque, aparentemente, estas personas cuentan con mejores recursos económicos, un mayor nivel de educación o incluso les ofrecen mejores oportunidades de vida.
Según los datos de las partidas de matrimonio y el Censo en el área rural y periférica del oriente del país es donde más se ven este tipo de situaciones, señaló Cruz.
Fuente/erbol.com.bo
Mas Historias
Denuncia de rapto: Niñas rescatadas en Quillacollo llegaron a Santa Cruz
“Volverá a matar, no se curan”, experto sugiere cadena perpetua para psicópatas
Trasladan a Chonchocoro al sujeto que atacó y torturó a su expareja al interior de la cárcel de El Abra