La imputada habría participado en el feminicidio de Juliana Cruz, quien vivía en una de sus propiedades en condición de cuidadora. Activistas cuestionan accionar de la justicia.
Tras una audiencia de cesación de detención preventiva de Lizbeth Aldana Gudiño, quien accedió a reclusión domiciliaria, a pesar de ser una de las sospechosas del feminicidio de Juliana Cruz, el Ministerio Público y colectivos en defensa de los derechos de la mujer piden que se pueda revertir esta resolución y evitar que exista un riesgo de fuga.
En pasados días el Juzgado de Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia hacia la Mujer Segundo de la Capital determinó que la imputada pueda salir del penal de Morros Blancos, donde estaba detenida preventivamente. En la misma audiencia la representación de la Fiscalía presentó la apelación para revertir esta determinación.
En pasados días se realizó una campaña a favor de Lizbeth Aldana pidiendo su libertad bajo el argumento de que es madre y tiene hijos menores de edad a su cargo.
En representación del colectivo Ivaginarias, Daniela Rodríguez expresó que se encuentran en estado de alerta y piden que las autoridades jurisdiccionales puedan dictar nuevamente la detención domiciliaria debido a que existen suficientes indicios que demuestran su participación en el feminicidio
La activista señaló que el hecho de ser mujer, “no significa que tenga que existir un manto de impunidad. Sabemos que el hecho que se dicte una detención domiciliaria significa que hay un riesgo de fuga y por lo tanto un riesgo de impunidad”.
El 30 de diciembre se logró la captura de ambos sindicados y el 31 se determinó la detención de Lizbeth Aldana y Erik Monzón en el penal de Morros Blancos, al evidenciarse la probabilidad de autoría del delito.
Una vez que se concluyó el plazo inicial de seis meses, pidieron ambos sindicados la cesación de detención preventiva, sin embargo, su detención fue ampliada a solicitud del Ministerio Público por la complejidad de la investigación.
Antecedentes
Juliana Cruz de 42 años fue encontrada sin vida en la zona de Sella Méndez la noche del 31 de agosto de la pasada gestión. Luego del levantamiento legal del cadáver y con la autopsia se determinó que la causa de la muerte fue un estrangulamiento. Además, se logró establecer que el asesinato ocurrió en otro sitio y luego sus restos fueron abandonados en este lugar.
Presuntamente, Aldana habría llevado a la víctima a una propiedad en San Mateo para donde fue atacada por Erick Monzón.
Sus asesinos dejaron en orfandad a los cinco hijos de Juliana, cuatro de ellos son menores de edad, que inicialmente estuvieron bajo la tutela de su hermana mayor, pero luego tuvieron que ser trasladados a un centro de acogida.
Frente a esta situación Rodríguez también hizo un llamado para que se apruebe las leyes nacional y municipal de protección a los niños hijos de víctimas de feminicidio.
Fuente/elpais.bo
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