El hombre encerró a sus hijos y usó un hacha para matar a su pareja en un acceso de celos enfermizos.
En las últimas horas se portó el fallecimiento de Germán Herrera, de 43 años, acusado de quitarle la vida a su pareja, Arminda Vallejos Grágeda, de 39 años. El macabro crimen se registró la madrugada del pasado martes 23 de mayo, en el barrio Ovidio Barbery del municipio de Pailón.
El cuerpo del presunto feminicida habría sido encontrado por pobladores de una comunidad ubicada a 100 kilómetros del municipio cruceño de Pailón en Santa Cruz.
Tras el macabro hallazgo los comunarios alertaron a la Policía, por lo que afectivos del verde olivo del Comando provincial de Pailón se trasladaron hasta el lugar para la verificación y levantamiento legal del cadáver que se encuentra en estado de descomposición en la propiedad donde German desarrollaba actividades agrícolas.
Recordemos que, Herrera encerró a sus hijos y usó un hacha para matar a su pareja en un acceso de celos enfermizos.
Según el reporte policial, el hijo mayor de la víctima, relató que a la 01:00 se despertó debido a los gritos de su hermanita menor, de tan solo 5 años. Cuando intentó salir de su habitación, se dio cuenta de que estaba cerrada con candado desde el exterior. Desde la ventana, pudo observar a su padre, Germán Herrera, subiendo a su motocicleta y alejándose del lugar.
Desesperado, el joven pidió ayuda y una vecina acudió al escuchar los llantos de la menor, abriendo la puerta. Al ingresar a la habitación de la madre, descubrieron que estaba tendida en el suelo, envuelta en un mosquitero y con manchas de sangre, pero aun respirando. Por ello se dirigió rápidamente al Hospital de Pailón para solicitar ayuda y una ambulancia posteriormente llegó sin signos vitales, presentando heridas múltiples en el rostro, específicamente en la región del orificio bucal, nasal y frente, las cuales fueron ocasionadas por un arma punzocortante (hacha).
La impactante historia toma un giro aún más escalofriante cuando se reveló que el presunto feminicida se puso en contacto con uno de sus hijos a través de una llamada telefónica, confesando su terrible crimen y expresando su confusión y remordimiento.
“Hijo, me volví loco parece, te cuento que golpeé a tu mamá en la tardecida cuando fui a Pailón. La vi sentada con ‘negro’ en la tienda y por esa razón, la rabia no me pasaba y fui a golpearla, no sé qué hice ahora”, relató el hombre en la grabación.
La voz quebrada de Herrera intentó encontrar una justificación para su acto atroz, mencionando sus celos como motivo de su ceguera emocional. Sin embargo, la llamada solo deja entrever su arrepentimiento y el reconocimiento de la gravedad de sus acciones. “Así que no sé adónde ir, mi hijito. No sé, cuídense mi hijito, tengo un poquito de quintos donde vos ya sabes”, expresó desesperadamente a uno de sus cuatro hijos.
Comunarios que hallaron el cuerpo creen que Gerardo Herrera se quitó la vida luego de llamar a uno de sus hijos lamentándose por lo que hizo con su esposa. El asesinato de Arminda Vallejos Grageda dejó una estela de horror en Pailón.
Fuente/reduno.com.bo
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