En Santa Cruz, el hombre será llevado ante un juez cautelar el domingo, el Ministerio Público lo imputará por violencia familiar y doméstica. La mamá y sus hijos se encuentran resguardados en una casa de acogida
Álex Murillo Ovando, de 42 años, es el hombre que descargaba su ira en contra de su hijo de seis años causándole graves lesiones, al extremo que le causó fracturas. El maltrato llegó a su fin el jueves luego de que una vecina denunciara el hecho a las autoridades.
Murillo se abstuvo a declarar ante la representante del Ministerio Público; sin embargo, durante el trabajo de campo que desarrollaba la fiscal, confesó las agresiones. Sin dar alguna razón ni explicación, dijo que le sentía rabia contra su hijo y que por eso lo maltrataba. Incluso, admitió que cuando su esposa, madre del niño, intervenía tratando de salvarlo de las golpizas, ella también era golpeada.
La fiscal dijo que, tanto las declaraciones del agresor, como de la mamá y del niño, coinciden en que el padre era violento.
Según el niño, su padre siempre lo maltrató, incluso una vez lo metió de cabezas a un balde con agua, y todo esto lo hacía cuando su mamá salía a trabajar.
Terrible y conmovedor, así es como la fiscal califica el hecho. Dijo que, por fortuna, ahora el niño, su madre y sus otros tres hermanitos están bajo el amparo de las autoridades.
«Hemos trabajado estos días en la toma de sus declaraciones y entrevistas sicológicas, ya se presentó la imputación formal y el domingo estimamos que se desarrollará la audiencia del imputado», informó la fiscal Chávez.
Detalló que la valoración del médico forense fue que el niño presentaba heridas nuevas y antiguas, algunas en proceso de cicatrización y otras ya cicatrizadas, incluso la fractura en uno de sus brazos también habría sido provocada por la golpiza que le propinaba su padre.
Son 20 días de incapacidad que el médico le dio al menor de edad y tres días para la mamá, ya que ella también recibió los golpes de su pareja cuando trató de defender a su hijo.
Los vecinos del barrio La Fortuna, en la zona del Plan Tres Mil, permitió develar este caso y poner a buen recaudo a esta familia, a la que solo conocían desde lejos. Según una vecina, les llamaba la atención que, cuando el niño iba a la tienda, tenía heridas en la cabeza y en los brazos. Cuando le preguntaron si era golpeado, el pequeño le mostró su cuerpo lleno de marcas por los chicotazos.
La Defensoría de la Niñez y la Policía intervinieron oportunamente y aprehendieron al hombre, que ahora espera ser procesado.
Fuente/eldeber.com.bo
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