Nuevos testimonios contradicen la versión oficial sobre la ejecución de policías en Porongo

Nuevos testimonios de testigos sobre la ejecución de tres policías en Porongo (Santa Cruz) contradicen el relato oficial sobre la ejecución de tres uniformados en Porongo, Santa Cruz.

Uno de los policías asesinados filmó a sus agresores

Una de éstas corresponde al mecánico que fue al auxilio de los policías que sufrieron el enfangamiento de la camioneta patrulla cuando perseguía a los conductores de teryx (vehículos deportivos).

En su declaración, el técnico relata que fue convocado a las 14:50 del 21 de junio por el sargento Alfonso Chávez, ahora fallecido, para dar asistencia mecánica en la comunidad Los Cuchis, del municipio de Porongo.

Sin embargo tuvo que recoger al voluntario del Grupo de Apoyo Civil a la Policía Boliviana (Gacip) que se encontraba en oficinas del módulo policial Urubó.

«Luego vamos al lugar donde se encontraba plantado la patrulla, ubicado en la comunidad Los Cuchis, luego le pregunto al sargento Alfonso Chávez qué pasó y él me respondió que estaban ‘persiguiendo un Teryx y nos plantamos; y vino el Teryx y nos quisieron agredir’. El sargento Chávez había echado gas espray y luego el Teryx había amenazado a los policías.

En eso le pregunto si los reconoce y el sargento Chávez me respondió que sí: ‘lo tengo filmado en mi teléfono celular’; y él se sentía un poco asustado, entonces yo les dije saquemos la patrulla y nos vamos de ahí. En el trayecto encontramos al teniente Céspedes, en una moto color rojo, estuvimos revisando la patrulla y luego yo continúo mi camino dejando por detrás a la patrulla mientras me dirigía a mi taller» declaró el mecánico en su declaración.

Después agregó que después de cinco minutos de recorrido sobre la carretera vio una vagoneta blanca tipo Rush con vidrios oscuros que se dirigía en sentido opuesto con dirección hacia la patrulla. En todo el recorrido no vieron a otro vehículo más.

Después, las investigaciones permitieron descubrir el mencionado vehículo y ahora está secuestrado.

Lo que no se conocía hasta ahora es que el voluntario había acudido hasta el lugar en el vehículo del mecánico y que los agresores fueron filmados.

El colombiano que no es investigado

John Walter Tibaduiza, acusado de estar implicado en el triple asesinato de dos efectivos policiales y un voluntario del Gacip, reveló desde Colombia que estuvo en manos de la Policía pero lo dejaron ir después de que pagó un supuesto soborno de 6 mil dólares.

Tibaduiza relató a Unitel que la madrugada del miércoles 22 de junio, policías lo retuvieron en la tranca de Montero y le quitaron 6 mil dólares y su teléfono.

Unas horas después su nombre apareció en la lista de sospechosos de las ejecuciones.

«Ahí en la segunda tranca de Montero me agarra la Policía, me bajan del carro, ya luego me pegan, me requisan, me sacan el dinero, me cogen el teléfono, lo conectan al computador y miran toda la información que tengo y de ahí después de que encuentran el dinero me dicen ‘ya sabemos que no tiene nada que ver ahora no lo queremos ver y se va de mi país’» relató en un contacto con Unitel.

¿Cómo es que dejaron escapar al extranjero? La Policía y la Fiscalía ahora se contradicen.

El 22 de junio, el comandante de la Policía Jhonny Aguilera mencionó a Tibaduiza y José Flores Caro como otros extranjeros implicados en el triple asesinato de Porongo.

Sin embargo, ahora la Fiscalía señala que el nombre del ciudadano colombiano no figura en el cuaderno de investigaciones.

«No cursa el nombre de ese señor. La fiscalía no conoce de esta persona» manifestó uno de los fiscales que investiga el caso, Marco Arce.

La Fiscalía tampoco investiga a otros extranjeros que estarían implicados en el triple asesinato.

Esta mañana se informó que dos policías fueron aprehendidos por proteger al ciudadano colombian, según informó el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo.

Nallar no se entregó con las «manos arriba»

El jefe del GIOE, Álvaro Muñoz, en una entrevista con el porta Detrás de la Verdad relató que él aprehendió a Misael Nallar en una estación de servicio de Los Troncos después de que se entregó con «las manos en alto».

«El se entregó con las manos en alto diciendo que por favor no lo mataran ni lo golpearan» narró el oficial, quien después fue condecorado por el ministro Del Castillo por esa acción.

Sin embargo, una mujer que observó la entrega de Misael Nallar dijo que a las 18:00 del 22 de junio, llegó una vagoneta con una pareja y sus hijos cerca al surtidor de Los Troncos y después de media hora arribó otra vagoneta con cuatro personas a bordo de civiles y vestidos de negro.

«No se si eran policías pero estaban de civil» relató la mujer a red Uno. Ese momento, Nallar, a quien lo reconoce porque se encontraba con una polera naranja y con la cabeza rapada descendió de su vehículo se arrodilló para abrazar a sus hijos y se despidió con un beso de una mujer.

Después se subió a la parte trasera de la movilidad y quienes estaban dentro, lo hacen minutos después cada uno a su lado como protegiendo y se fuerondel lugar, mientras que la movilidad de su familia esperó a una persona quien llegó a los pocos minutos y se marcharon en dirección a Ascensión de Guarayos.

Fuente/brujuladigital.net