El museo es considerado como «elefante blanco» porque es una obra que demanda muchos recursos del Estado boliviano pero su utilidad es nula.
El «Museo de la Revolución Democrática y Cultural» de Orinoca (Oruro), también conocido como «museo de Evo», se devoró hasta ahora más de Bs 50 millones del Tesoro General de la Nación (TGN) en su construcción, mantenimiento y funcionamiento. Sin embargo, no genera ingresos, no está abierto al público y requiere más de Bs 2 millones para otro mantenimiento.
El museo es considerado como «elefante blanco» porque es una obra que demanda muchos recursos del Estado pero su utilidad es virtualmente nula.
El precio de su construcción llamó la atención cuando fue inaugurado en febrero de 2017: Bs 47 millones.
El presupuesto total del municipio al que pertenece Orinoca, Santiago de Andamarca (Oruro), en 2017 fue de Bs 6,4 millones, es decir ni la cuarta parte de lo que costó el museo que exhibe la trayectoria de Evo Morales y los regalos que recibió durante su mandato como presidente de Bolivia.
A eso se suman otras cifras como el equipamiento del museo, para ese propósito se han destinado hasta Bs 2,5 millones según el Decreto Supremo 2973 de 2016.
La «megaobra» fue construida por bloques según los escasos documentos almacenados en el sistema de contrataciones estatales (Sicoes) y se hicieron algunas obras adicionales para la conclusión del museo.
La mayoría de los contratos se realizaron de manera directa y con financiamiento al 100% del TGN.
Por ejemplo la implementación el «guion museográfico» costó Bs 9.091.551, según la ficha de la obra a cargo de una empresa de responsabilidad limitada.
El diseño y la construcción del rostro de llama estilizado que se expone en el ingreso del «museo de Evo» demandó Bs 400.000; el «equipamiento informático», más de Bs 190 mil; los «muebles de oficina», Bs 51.000; el equipamiento metálico, Bs 94.100 y otros gastos que no se ajustan al inicialmente autorizado por el decreto supremo 1386.
Una vez inaugurado, el museo demandó presupuesto para su funcionamiento y las autoridades de turno echaron mano de los recursos del Estado para contratar encargados de boletería, encargados de depósito, traductores, encargado de área comercial, encargado de administración, responsable de comunicación y difusión sobre todo en televisión.
La mayoría de los canales de televisión recibieron entre 22 mil y 71 mil bolivianos por el ítem llamado «derecho a la información».
El alquiler de las pantallas led para el día de la inauguración en Orinoca costó Bs 38 mil mientras el equipo de sonido y la tarima demandó Bs 50.000.
Todos estos ítems catalogados para este análisis como «menores» suman más de Bs 1,2 millones.
El funcionamiento de esta gigantes obra en medio del altiplano orureño demanda muchos recursos y ahora no hay entidad que asuma esos gastos.
La alcaldía de Santiago de Andamarca no tiene el presupuesto para hacerse cargo del «museo de Evo» porque su presupuesto programado para este año apenas alcanza a Bs 6,1 millones de los que ya gastó más de 1,7 millones, según los presupuestos oficiales.
El alto costo tampoco quiere ser asumido por la Gobernación de Oruro aunque tiene un margen presupuestario más amplio porque tiene comprometido su presupuesto en otras obras para ese departamento.
El exasambleísta departamental de Oruro, Limbert Maceiros, informó la pasada semana que el museo que tiene cinco años de antiguedad está deteriorado y requiere trabajos de restauración que demandarían más de Bs 2 millones.
¿Quién costeará esos gastos?
La diputada del MAS por el departamento de Oruro, Lily Bernabé, planteó la semana pasada que el elefante blanco sea declarado como «patrimonio cultural turístico» y que el Gobierno central de haga cargo de la restauración, según la agencia ANF.
Fuente/brujuladigital.net
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