El ex Boca y River ahora está expuesto a cumplir una pena mayor por la decisión de la Sala III de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal.
En agosto de 2019, el ex futbolista de River, Boca y Cerro Porteño, Jonathan Fabbro, fue condenado a 14 años de prisión por abusar a su ahijada y sobrina desde los cinco hasta los 11 años. El Tribunal Oral Criminal N° 12 lo encontró responsable de haber cometido el delito de “abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante”, por su relación de parentesco y por la edad de la víctima.
En aquel momento, Fabbro fue juzgado por cinco hechos de abuso sexual, y aunque la fiscalía había pedido 12 años de cárcel y la querella 24, finalmente los jueces lo penaron con 14 años de prisión. El duro relato de la nena fue clave a la hora de condenar al ex jugador. Según contó la menor en cámara Gesell, los abusos ocurrieron entre 2012 y 2016, y salieron a la luz cuando su hermano adolescente descubrió una serie de chats donde el ex futbolista le exigía que le enviara fotos y comentarios subidos de tono. Ante la insistencia de su familia, la niña finalmente ser animó y reveló que Fabbro la había abusado. En ese contexto, confesó que fue víctima de toqueteos y penetraciones.
Entre los mensajes hallados, se comprobó que Fabbro le exigía a la nena que le mandara fotos, a lo que ella le respondía: “no da, pedile esas cosas a tu novia. A mi novio tampoco le mando fotos así”. Como el insistía mucho, su ahijada le envió una imagen donde se la ve con la pollera del uniforme escolar. En la cámara Gesell, la conclusión fue muy clara: la víctima no mintió en nada de su relato sobre los abusos, que se repitieron durante varios años. Según la denuncia que había hecho la mamá de la nena en la Comisaría N°52 de la Ciudad, los abusos consistieron en obligarla a practicarle sexo oral, tocarle sus genitales y eyacularle en la boca.
odo esto habría tenido lugar en la casa de la abuela de la menor y en el auto del ex mediocampista de River y Boca. “Yo me dejé, le dije a todo que sí, cuando me besa, como si fuera mi novio, porque tenía miedo a que me hagan algo. La última vez me tocó las tetas y le dije que no se pase. Me daba semen y lo escupía, me daba besos y me tocaba la vagina”, fueron las palabras que la menor le transmitió a su madre. Además del relato de la niña y del peritaje psicológico, también fueron aportados como pruebas unos chats en los que el delantero le pedía a su ahijada que le enviara fotos y la acosaba.
Lo cierto es que a casi tres años de la condena, la Sala III de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, integrada por los jueces Pablo Jantus, Mario Magariños y Alberto Huarte Petite, resolvió rechazar el planteo de nulidad del ex futbolista Jonathan Fabbro contra su condena de 14 años. Además, se expuso a cumplir una pena mayor por la decisión de la Cámara.
Los jueves resolvieron “modificar la calificación legal de los hechos por los que recayó condena contra Jonathan Fabbro, los que resultan constitutivos de los delitos de abuso sexual agravado por haber mediado acceso carnal –reiterado en cinco hechos, en concurso real–, uno de ellos agravado por estar el imputado encargado de la guarda de la damnificada; y promoción a la corrupción de un menor de edad, agravado por la minoría de trece años de la víctima; en concurso ideal”.
De esta manera, remitieron “las presentes actuaciones a la Oficina de Sorteos de la Cámara Federal de Casación Penal a fin de que desinsacule otro tribunal del fuero que deberá determinar el monto de pena que estime correspondiente imponer, sobre la base de la calificación legal aquí asignada”. Por esta razón, el futbolista podría llegar a recibir una pena mucho más grave por estos hechos.
El ex jugador fue juzgado originalmente por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional número 12 de la Capital Federal, y después de que los jueces escucharan a varios testigos, le permitieron hacer su descargo. Aunque no hubo detalles de su declaración, debido a que no está permitido brindar datos de lo que ocurrió dentro de la sala porque había una menor implicada, sí se sabe que el acusado habló durante una hora y media, y que había negado la totalidad de los hechos. Durante la etapa de alegatos, el abogado de la víctima, Gastón Marano, pidió que el imputado sea condenado a 24 años de prisión efectiva por el delito de abuso con acceso carnal agravado y corrupción de menores.
Sin embargo, el fiscal Gustavo Gerlero solicitó una pena menor, de 12 años de cárcel, mientras que la defensa argumentó que el deportista debía ser absuelto. “Con la prueba que se incorporó en el juicio, entendemos que la prueba no fue concluyente para demostrar los abusos. Hay mucha contradicción de los testigos. Nuestra defensa se basó en eso, no contrariamos a la menor, pero sí a los testigos”, había indicado el abogado Albano. Fabbro está acusado de haber abusado sexualmente a su sobrina, hija de su hermano Darío. Según trascendió cuando se dio a conocer la denuncia en el 2017, el ex jugador de Boca había toqueteado y penetrado a la menor.
En ese sentido, agrega que “El Tribunal descartó acertadamente confabulación alguna en contra del imputado y sostuvieron que ‘tampoco hemos hallado indicio alguno en el proceso que nos haya permitido sospechar que la niña hubiera declarado falsamente, con el objeto de vengarse de Jonathan Fabbro; o que con su denuncia haya pretendido llamar la atención, como lo mencionaron algunos de los testigos de descargo propuestos por la defensa'”.
Según la Cámara, la menor de edad “precisó en su relato de cámara Gesell que, como consecuencia de esos ataques producidos por Fabbro, a veces no quería dormir con su padre porque tenía miedo que le pasara lo mismo”. “La razón para incriminar este delito es el desprecio mayor por la dignidad e integridad sexual de la víctima mediante hechos que por su duración o por las circunstancias de su realización son gravemente ultrajantes”, afirmaron.
Además, consideraron que la pena de 14 años de prisión “refleja una reacción penal estatal justa, equitativa y proporcional”. El futbolista fue detenido el 20 de diciembre de 2017 en el estado mexicano de Puebla, después de estar prófugo durante un tiempo. En mayo de 2018 fue extraditado a la Argentina y en un primer momento quedó detenido en el penal de Ezeiza, para luego ser trasladado a Marcos Paz, donde permanece actualmente.
Fuente/bigbangnews.com
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