En una maratón olímpica durísima por el trayecto y el clima, Kipchoge abandonó, Bekele se desvaneció, y Garibay resistió con valentía.
La maratón olímpica de ayer sábado en París se presentó como un auténtico desafío de resistencia debido al calor intenso y a una serie de abandonos que afectaron a numerosos competidores.
Entre los atletas que no lograron completar la carrera estuvo Eliud Kipchoge, el plusmarquista mundial, quien había llegado con grandes expectativas para un esperado duelo con Kenenisa Bekele. Sin embargo, el abrasador calor y los agresivos ataques de los corredores líderes provocaron la retirada de varios corredores destacados.
En medio de este adverso escenario, el maratonista boliviano Héctor Garibay destacó por su notable fortaleza al concluir la prueba en el puesto 60 con un tiempo de 2 horas, 15 minutos y 54 segundos. Su logro cobra especial relevancia dado el contexto de la carrera, marcada por un severo calor y un alto número de abandonos.
Garibay, a diferencia de Kipchoge, que abandonó la competencia, y Bekele, que no alcanzó los primeros puestos, demostró una determinación y resistencia excepcionales, logrando una destacada actuación en una de las maratones más difíciles de la historia olímpica.
Fuente/Agencias
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