lunes, 1 julio de 2024

El Tercer Ojo

Noticias de Tarija y Bolivia (Seguridad/Policial/Judicial)

Jesuitas protegieron a misioneros españoles acusados de pederastia en Bolivia, según investigación

Una nueva investigación, publicada en las ultimas horas en España, revela que la Compañía de Jesús ocultó denuncias de abusos sexuales a cientos de niños indígenas en Bolivia. 

La investigación interna de ‘Los Manuscritos de Charagua’ revela que la orden recibió denuncias internas de abusos a menores reiteradamente desde los ochenta hasta la actualidad, lo que demuestra que miente cuando asegura que no conocía estas acusaciones.

Una investigación del diario español “El País” explica como tres jesuitas españoles,  Alfonso Pedrajas, Lucho Roma y Luis Tó fueron denunciados por abusos sexuales ante la Compañía de Jesús. 

Osvaldo Chirveches, ex alto cargo de los jesuitas en Bolivia, afirmó hace un año que desconocía los crímenes de Pedrajas. Sin embargo, documentos internos a los que accedió El País desmienten esta declaración, evidenciando que desde los años 80, la cúpula jesuita en Bolivia recibió denuncias contra Pedrajas y otros por pederastia. A pesar de esto, se optó por trasladar a los abusadores en lugar de denunciarlos a las autoridades, perpetuando así el ciclo de abusos.

Lucho Roma, otro sacerdote español, abusó durante décadas de cientos de niñas indígenas en Bolivia. Las investigaciones internas de la orden confirmaron sus crímenes y los de otros jesuitas, pero estos hallazgos fueron ocultados tras la muerte de Roma en 2019. De igual forma, Luis Tócondenado en 1992 por abusos en España, fue trasladado a Bolivia donde continuó en contacto con menores, pese a que la orden en ambos países negaba su acceso a niños.

César Maldonado, un jesuita que denunció a Roma en 2016, afirmó que las acusaciones contra Pedrajas eran conocidas por los provinciales desde 1982, y que estos eligieron trasladar a los acusados a diferentes lugares, en lugar de impedir su contacto con menores.

Francisco Pifarré, otro jesuita español, admitió en un interrogatorio haber encubierto estos delitos. Argumentó que, en los años 80, la pederastia era vista más como una falta a los votos religiosos que como un delito merecedor de cárcel. Pese a su confesión, la orden no abrió una investigación en su contra ni abordó los nuevos casos de abusos descubiertos en 2019.

error: