Hasta el jueves 6 de junio del año 2024, el país vivió en el peor momento del Estado Constitucional de derecho de la democracia recuperada, desde el 1982; desde que Evo Morales se adueñó electoralmente de la presidencia; no en su primer triunfo del 2005, donde, pese a ser elegido por el 54% de los votos, no logró el dominio absoluto del entonces llamado Congreso (Hoy Asamblea), donde la representación opositora fue clave para mantener un equilibrio que hacía que la democracia funcione.
Fue desde las elecciones de 2009 cuando al ganar por el 64,22 % y el 2014, con el 63,36 % (ilegal reelección, denunciada por varios de nosotros, en su momento) cuando la democracia perdió su condición de tal, porque Evo Morales se adueñó de los demás poderes del Estado, que debían ser considerados como tales, es decir del Estado y no del Gobierno.
No le fue difícil hacerse del sistema judicial; para ello inventó una “inédita” como absurda votación judicial y se escribe votación adrede; no otra cosa significa elegir candidatos en la Asamblea Plurinacional, para llevarlos a una votación con cartas marcadas porque haya sido elegido cualquiera de ellos, el resultado sería el mismo porque el 90% de los elegidos respondía al mandato del MAS.
En los hechos, el oficialismo y sus candidatos perdieron la elección frente al ausentismo y los votos blancos y nulos, pero no les interesó, los que lograron la mayor votación de los pocos votos que quedaron, terminaron siendo miembros de las altas cortes cuyas actuaciones en favor de Morales las conocemos todos.
Morales logró en las “altas cortes” lo que quiso; lo único que no pudo controlar: el fraude del 2019; ese no pasó, no por las “Cortes”, sino porque la OEA lo confirmó, cuando ya la gente había salido a las calles; Morales anuló elecciones, destituyó el TSE, propuso nuevas elecciones (quería entregar el mando en enero, como si no hubiera pasado nada, no lo logró, la gente en apronte democrático consolidó la democracia y, lo demás es historia conocida.
En la siguiente elección, Morales logró sacar del frente a David Choquehuanca e imponer al ex ministro Luis Alberto Arce, a quien tenía como hombre de confianza y creyó poder manejar desde fuera… casi que podemos decir que lo tenía… hasta que él pudiera volver, pero… “hete aquí”, que, a los 2 años y medio de su mandato, más o menos, el “puesto o impuesto, Arce” se dio cuenta que el que tenia el poder era él; armó un equipo de operadores y logró convertir al ministro de Justicia, el abogado Lima Magne en el Savonarola de su gobierno (más por decisión del mismo Lima, que del presidente) es decir en el operador en el sistema Judicial, logrando “tomarlo por completo”.
Y no vamos a decir que Arce es el inventor de la “democracia iliberal” en Bolivia porque eso es darle mucha capacidad; no, ese modelo de capturar la democracia, lo asume y lleva adelante Evo Morales, solo que Arce aumentó el nivel de presión, en función de sus necesidades propias, porque al asumir la ruptura del acuerdo con Morales: “yo en la Casagrande del pueblo, vos en el poder”, necesitaba una “ayudita extra”.
Entre las torpezas políticas del poder de Arce, se suman, además, las limitaciones económicas generadas por el acelerado declive de los hidrocarburos, el fracaso de la industrialización del Litio, comenzado por Morales y su corrupción, seguida por Arce y la suya y todo lo que ya sabemos, se da la pérdida de la mayoría parlamentaria en Senadores primero y luego, en los últimos días, la pérdida de mayoría en Diputados también, como ha aceptado , el diputado Jáuregui, uno de los más destacados operadores de Arce.
La democracia política y la vigencia de la CPE, el documento del Contrato Social entre el ciudadano y el Estado, que nos une y contiene a todos, que representa un acuerdo paraque que haya un gobierno elegido y un orden constitucional que se expresan en la división de poderes, manteniéndolos en iguales entre sí en cuanto a su campo de acción y ninguno puede ser más poder que el otro (en pocas palabras), esto en lo que importa al tema que se trata, pero, en Bolivia, en Venezuela, en Nicaragua, en Cuba, dictadura de partido único, (también en Salvador?) o, en Rusia, esto no funciona así (hay países en Europa y Asia que tampoco lo hacen como deben, pero son la minoría), donde el Poder ejecutivo (Órgano) avanzó sobre el sistema Judicial, al que, desde mediados del año 2023, comenzó a usar para ir frenando al Órgano Legislativo, al que comenzó impidiéndole censurar a los ministros del presidente Arce, bajo el argumento de que “tienen derecho al trabajo”, entre otras cosas.
A partir de ese momento, pudimos constatar definitivamente que, en Bolivia hay democracia pero no hay democracia, porque el Órgano ejecutivo usó al Judicial para hacer contrapeso con el Legislativo, imponiéndose en la mayoría de las acciones, pero, además, domina al Órgano Electoral y a las Instituciones del estado que debieran funcionar independientemente del Ejecutivo peor no lo hacen porque actúan como empleados de Arce, como la Fiscalía General del Estado, la Contraloría la Procuraduría y el Defensor del Pueblo; además, tienen en su favor a unas FFAA y Policía que, son del poder y, no del Estado.
A partir de Enero del año que corre, el sistema de Altas Cortes Judiciales se encuentra, constitucionalmente en cesación, porque el Contrato Social(CPE) establece que las mismas no son reelegibles ni ampliables en sus mandatos, pero, ellas mismas, decidieron , con la manipulación de Lima y la decisión de Arce, ampliar sus mandatos hasta que sean útiles al mandatario que se va convirtiendo en un “dictablando” , interviniendo de a poco (democracia iliberal) los demás poderes sin que estos dejen de existir, sólo para mantener la formalidad democrática para presentar esa cara, a los países del mundo que necesita mostrar tal condición, habida cuenta de que la toma violenta y supresión o cancelación de ese ejercicio democrático no está bien vista.
6 de junio: el TCP (tribunal Constitucional) intentó impedir el funcionamiento del parlamento y este se atrevió a desafiarlo, determinando el cumplimiento del orden constitucional y cesó en sus funciones a los ya mencionados Tribunos; el pleito está ahí, esto no se ha terminado, seguramente el gobierno, que ordenó a los funcionarios del legislativo varias acciones para impedir su funcionamiento; pues ese gobierno/poder seguirá impulsando acciones en desmedro del Legislativo, único espacio de la oposición, de manera que no hay nada definido aún.
Se ha dañado mucho la democracia; desde los tiempos de Evo Morales lo venimos denunciando y reclamando; el evismo era una sola unidad y el masismo igual; hoy hay “2 MAS”; el de Arce lleva las de ganar en lo local y en lo internacional, donde se ha volcado hacia Arce, no porque sea un tipo brillante sino porque está en el poder y eso es lo que pretenden esos países: mantenerse en el poder, para mantener esas “dictaduras híbridas”, para seguir con la terminología de Luis Arce, cuando habla de “golpes híbridos”; en este caso se aplica mejor esto de lo híbrido a la presencia de los poderes e instituciones democráticas que es dependen del poder en, absolutamente todo.
6 de junio… hubo una sensación de “liberación”, pero si bien es una luz que se filtra por varias rendijas del poder, no es menos cierto que no hay nada definido, aunque parece haberse tomado la ruta correcta en la recuperación de la democracia plena.
Claro, pero hay que estar alerta, por si acaso esto de tener al “evismo” ahí, puede garantizar democracia plena; al fin de cuentas este no ha perdido pelo… peor las mañas
Carlos Federico Valverde Bravo
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