Un estudio académico auspiciado por la carrera de economía de la UAGRM y a cargo del economista Alejandro Banegas estima que las drogas (cocaína y marihuana) generan un movimiento equivalente a 5% del PIB.
Un estudio, que tiene el aval de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm), revela que el movimiento económico de la actividad ilícita de las drogas genera un movimiento económico de entre 2.000 millones y 2.500 millones de dólares por año en el país.
El estudio fue elaborado por Alejandro Banegas, exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), y auspiciado por la Uagrm, con el aval de su carrera de economía. Será publicado en una revista científica.
El estudio pretende cuantificar y evaluar cuál es la importancia en la economía boliviana la participación de las drogas, particularmente cocaína y marihuana. También hacer una experimento para determinar qué pasaría si se legalizaran estos estupefacientes.
Según Banegas, en el pasado se realizaron varias aproximaciones sobre el tema.
Por ejemplo, un estudio de Ricardo Rocha en 2001 llegó a cuantificar la economía ilegal de las drogas en Bolivia en un 7% del PIB en los años 90.
Posteriormente, dijo que en 2016 la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) estimó que la actividad ilegal generaba un movimiento de 2.500 millones de dólares al año, es decir un equivalente al 8% del PIB.
Con base en esos antecedentes y el analisis de nuevas variables, el estudio de Banegas hace una aproximación más actual del impacto que esto tiene en la economía boliviana.
“En términos de movimiento económico, hemos estimado un 5% de PIB, eso es entre 2.000 millones y 2.500 millones de dólares. Es un 5% con +0-1% como intervalo de confianza”, precisó.
Dos dimensiones
El economista sostuvo que el impacto que tiene la cocaína y la marihuana se evalúa en el estudio desde dos dimensiones.
Por un lado, el movimiento o flujo económico anual y la otra perspectiva busca establecer cuanto está materializado en la economía como stock de capital o patrimonio. Esto es cuánto de ese movimiento se ha transformado en casas, edificios e infraestructura vía lavado de dinero.
“Bajo esa perspectiva, se tiene un flujo económico anual de 5%. Pero en términos de capital, sí se mide cómo estos flujos se volvieron casas y patrimonio, hemos estimado que esto puede tener un impacto de entre 7% y 10% del PIB. Esto representa entre 2.800 millones a 4.000 millones de dólares”, puntualizó Banegas.
Para alcanzar esas estimaciones el estudio tomó en cuenta la producción potencial de drogas que está en función a la cantidad de hectáreas de hoja de coca excendentarias.
También se analizó el rendimiento por hectárea de coca excedentaria, los kilógramos de pasta base que se obtiene por hectárea y los precios domésticos y externos de la droga.
Para esto se revisaron informes policiales, documentos de Naciones Unidas y otros. “Hay dos variables que representan un 95% de explicación. Un 70% es por los cultivos excedentarios de hoja de coca y el 25% está orientado al precio de la droga”, subrayó Banegas. Explicó que del 100% de producción de cocaína, un 3% se consume a nivel interno y el 97% se exporta.
Legalización de drogas
Banegas indicó que el estudio aborda en una segunda parte el impacto que puede tener una eventual legalización de las drogas, particularmente la marihuana, como fuente de de recaudación de nuevos impuestos. Según el economista, esto podría generar una lucha efectiva contra el narcotráfico, porque si se legalizara, se le quita el negocio a quienes se dedican a la ilícita actividad y el Estado puede aprovechar más.
“Legalizando la producción y consumo interno de marihuana se podrían tener ingresos entre 200 y 400 millones de dólares por año por impuestos y esto representa entre 0,5% y 1% del PIB”,destacó.
Marihuna, factible
Banegas sostuvo que la legalización de la marihuana para consumo interno es más factible que otras drogas. “En algunos países hay ciertos estados donde se ha legalizado y se puede consumir algunos gramos de marihuana. En Uruguay hay una industria exportable con hectáreas certificadas y donde los consumidores deben registrarse”, puntualizó.
Banegas resaltó que en la Chiquitania cruceña se podría certificar cultivos para consumo o fines medicinales o de turismo.
Señaló que el precio del kilo de marihuana se estima en 100 dólares en Bolivia, pero en las fronteras sube a 400 y hasta 800 dólares el kilo y si es que se la legalizara, el potencial de ingresos para el país sería significativo.
Analistas ven impactos, pero el país no controla excedentes
El economista Alberto Bonadona estima que el circuito de las drogas no mueve más de 1.000 millones de dólares, porque el excedente no es controlado en el país.
“Esto tiene su peso en la economía, hay productores de coca, pisacocas y se produce la cocaína, pero es en la exportación donde se va a ganar más dinero. Deja dinero en Bolivia, pero no en la proporción que se esperaría”, puntualizó el analista.
Según Bonadona, las grandes mafias no las dirigen bolivianos, sino colombianos y mexicanos, que son los que se apropian de la mayor cantidad de los excedentes en mercados. “Bolivia no debe sobrepasar los 1.000 millones de dólares, sino se observaría en la economía, no creo que supere ni siquera el flujo de remesas”, manifestó Bonadona.
El economista Mike Gemio opinó que el dinero que se origina en las drogas se lava en la economía con el intercambio de bienes y servicios. “Cuando se compra un vehículo la casa importadora va a emitir una factura y se pagará impuestos, luego el bien se puede vender, pero el dinero entra en la economía formal. De esa forma entra en las cuentas nacionales”, precisó.
El economista añadió que la producción de drogas y su peso en la economía es difícil de cuantificar, pero se pueden realizar algunas estimaciones con base en incautaciones, oferta de coca y excedentes que se generan.
Fuente/paginasiete.bo
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