Empecemos por nombrar los hechos políticos con apego a la racionalidad democrática, para no dejarnos confundir con posverdades que son mentiras absolutas, a las que es tan afecto el régimen del Movimiento al Socialismo (MAS). Da lo mismo que sea Morales, Arce, o cualesquiera de los adictos a los populismos autócratas, al pensamiento único, de suyo al partido único, reacios a la crítica, y que utilizan el ‘fiscalato’ como guillotinas judiciales para perseguir a opositores.
El juicio por alzamiento armado, delito contra la seguridad y soberanía del Estado, conspiración, instigación pública a delinquir, organización criminal y genocidio contra la oposición política y miembros del ex gabinete de la expresidenta constitucional Jeanine Añez, presa política del régimen, es otro pretexto para lavarle la cara al huido después de hacer fraude, porque quiere volver a ser candidato y presidente.
La dominacion total que persiguen el MAS y sus lideres, es quitar la condición ciudadana a una sociedad diversa y heterogénea, resultado de sus determinaciones múltiples. Pretenden robarle el alma para convertir a la sociedad en ‘súbdita’, sin conciencia de su libre y liberal ciudadanía.
Los juicios políticos no son invento de los masistas: es el guion de Hugo Chávez (+) tropicalizado, copia de la dominación leninista, que Stalin perfeccionó y que Cuba, después de aplicarlo a rajatabla, lo modernizó con el populismo electoralista, luego de los fracasos del ‘Patria o muerte’ que asesinó a tanta gente en la primavera de sus vidas. Según ese libreto, había, y hay, que meterse en el sistema de partidos políticos, haciendo de la prensa y propaganda un método y un fin para ganar elecciones con candidatos propios, llegar al ejercicio del poder y, desde el poder del Estado y del Gobierno, destruir la ‘democracia burguesa’ de la que bien se aprovecharon para embaucar a ingenuos. De ahí nació el Foro de San Pablo, con anuencia de Lula da Silva, en Brasil, hoy llamado Grupo de Puebla con beneplácito de López Obrador.
Es Evo Morales Ayma quien debiera estar siendo juzgado por las reiteradas violaciones a la CPE, el fraude en las elecciones de 2019, incumplimiento de deberes por su renuncia y cobarde huida, por haber querido incendiar La Paz, matar de hambre a las ciudades y arrojar a su gente a confrontaciones fratricidas.
El meollo de las aberraciones político-jurídicas del MAS radica en nunca creyeron en la democracia y por eso no aceptaron ni aceptan la democracia como convivencia entre diferentes, con pluralidad politica y separacion de poderes. Tanto que el ex Morales, ligado al cultivo de la hoja de coca, materia prima de la cocaína, dice que “la llamada independencia de poderes está al servicio del imperio, es una doctrina norteamericana”. No sabe de la revolución política de 1776, según Hanna Arendt, que Morales llama ‘imperio’, ni quién fue Montesquieu. En cambio, el ecuatoriano Rafael Correa, sí debería saberlo desde sus estudios en Bélgica, aunque ahora considere al equilibrio de poderes como una de las “nociones burguesas de la democracia”, al igual que la alternancia. La vicepresidenta argentina Cristina Fernandez tampoco sabe un comino, y afirma que la división de poderes en ejecutivo, legislativo y judicial, es obsoleta por venir “de 1789, una época en la que no había ni electricidad”, y propone “repensar la ingeniería institucional” para crear un Estado que pueda hacer frente a los “poderes fácticos” del capital. Sin capital no habría de dónde roben para convertirse en nuevos ricos. Emilio Martínez opina que vamos camino “hacia una etapa pre-liberal y pre-moderna”. (Público.bo)
El juicio contra 25 personas de la oposición política en Bolivia es lo más parecido al totalitarismo de la Revolución rusa, hoy con Putin que reivindica la Rusia zarista y pretende a través de la invasión y guerra en Ucrania arrodillar a Europa y al mundo como los fascistas y nazis del siglo XX.
Los 25 sindicados actuales, sin haber cometido los delitos que les imputan, son el presidente Carlos Mesa, Luis Fernando Camacho, Jorge ‘Tuto’ Quiroga, Samuel Doria Medina, Marco Antonio Pumari, Waldo Albarracín, Luis Revilla, Erick Foronda, Yuri Calderón, excomandante de la Policía, Williams Kalimán, excomandante de las Fuerzas Armadas. Además de los exministros del gobierno transitorio de Jeanine Añez: Iván Arias, Karen Longaric, Jerjes Justiniano, Arturo Murillo, Fernando López, José Luis Parada, Yerko Núñez, Álvaro Coímbra, con prisión preventiva hace más de un año, lo mismo que Rodrigo Guzmán y Samuel Ordóñez; María Elva Pinckert, Roxana Lizárraga, Carlos Sánchez Berzaín, exministro de Gonzalo Sánchez de Lozada, en el exilio hace 12 años; Carlos Alarcón y Ricardo Paz, cercanos a Mesa.
¡Qué paradoja! Fue el cocalero Morales quien incumplió sus deberes con premeditación y alevosía, desde el desconocimiento del Referéndum de 2016, que dijo NO a su cuarta postulación como candidato. Luego hizo valer su “derecho humano a la reelección” indefinida, merced a la delincuencia jurídica de un Tribunal Constitucional subsumido por el poder político. Es la dominación total y el asalto a los excedentes de los recursos generados por la sociedad, incluidas sus masas de acoso, siempre en aprontes de guerra de rapiña.
Jeanine Añez Chávez está condenada a 10 años de injusta prisión para liberar de culpas al verdadero genocida y tramposo de la democracia: Evo Morales Ayma. ¿Puede Bolivia seguir permitiendo las aberraciones jurídicas y las puñaladas políticas de los dictadores populistas del MAS? NO. Depende de la sociedad democrática.
Susan Seleme Antelo
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