jueves, 28 noviembre de 2024

El Tercer Ojo

Noticias de Tarija y Bolivia (Seguridad/Policial/Judicial)

El feminicida de Wilma no estaba entre los principales sospechosos

Las autoridades del Ministerio de Gobierno y la Policía presentaron al asesino de la mujer que desapareció el 22 de marzo. En principio, el criminal no se encontraba en el radar de las autoridades.

Pasaron 12 días de angustia y ayer por fin la Policía dio a conocer qué pasó con Wilma Edith Fernández Quispe. La mujer fue víctima de feminicidio.

En conferencia de prensa a las 22.10 el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, dio la noticia. Estuvo al lado de efectivos de alto rango de la Policía.

Del Castillo dijo que, según el análisis del flujo de llamadas, realizado por la Policía, se identificó que la víctima había estado en un condominio privado en Achumani. Acotó que se hizo un allanamiento en el cual se secuestró un DVD, dispositivos móviles, chips telefónicos y la gorra que Wilma portaba al momento de su desaparición (esta prenda fue presentada como prueba número 5 y se ve en los videos donde ella está en el centro paceño).

“Hemos recabado más de 10 elementos en la escena del crimen”, añadió la autoridad.

Según las investigaciones, la última señal del celular de la víctima fue en el camino a Coroico, localidad de Chuspipata. La Policía se dirigió al lugar y encontró el cadáver de la mujer. Del Castillo informó: “La causa de la muerte habría sido asfixia mecánica”.

Al hablar del presunto feminicida, informó: “Estamos hablando del señor Jashiro Oliver Hayakawa Condarco de 27 años de edad, en el domicilio de este sujeto se habrían encontrado una serie de elementos y ya sería el autor confeso de la comisión de este delito”.

El acusado fue presentado con gorra verde, chaleco antibalas, jean y barbijo negro, tenía las manos esposadas.

Es decir, según la teoría de la Policía y el Ministerio de Gobierno, Wilma fue asesinada en Achumani y después arrojada en la ruta que une a la ciudad de La Paz con Yungas.

Cuando los periodistas le consultaron al ministro sobre las razones del crimen, éste afirmó: “Serían motivos pasionales y motivos económicos”.

Hasta ayer, la Policía manejaba otras hipótesis. Es más, se aprehendió a  uno de los sospechosos del crimen, una ex pareja de la víctima. 

Del Castillo no dejó resquicio a duda al decir que ya se encontró al feminicida y no descartó que exista un cómplice. “Lo que corresponde es poner en libertad al otro sujeto, sin embargo, habría emitido amenazas contra la víctima”, acotó.

Cronología

El martes 22 de marzo fue la última vez que se vio con vida a Wilma Fernández. La mujer de 37 años salió de la vivienda donde vivía en Bajo Llojeta e informó que iba a la Universidad Católica. Según los videos de seguridad de la zona, salió a las 12:22, vestía pantalón negro, blusa rosada, gorra fucsia y zapatos rojos. Además, tenía mochila y una bolsa blanca.

Otro video dio cuenta de que la mujer estuvo por las calles Illampu y Sagárnaga, allí ingresó a una peluquería y quien la atendió contó posteriormente que la mujer estaba muy pendiente de su celular mientras le realizaban un peinado. En estas imágenes también se descubrió que tras ella iba una vagoneta.

Según declaraciones de un familiar de la víctima, a medios televisivos, sus familiares recibieron un mensaje de texto desde el celular de Wilma. Así daba a conocer que había decidido, presuntamente, volver a Londres con urgencia (donde radicaba). La familia descartó esa posibilidad pues la víctima no tenía nada preparado para tal viaje. Los mensajes habría sido parte de una coartada. 

Un audio al que accedió Unitel, desvela una frase que ella le dijo a una amiga. “No tengo fecha para la vuelta, están súper caros los pasajes y aparte que me faltan hacer muchas cosas aquí (La Paz)”.

La madrugada de ayer la Fuerza Anticrímen secuestró la vagoneta Volkswagen modelo T-Cross con placa 5651-NDA que se vio el video donde apareció Wilma. Fue la punta del ovillo de la investigación.

La mañana de ayer, Bomberos y la Policía encontraron un cadáver envuelto en un yute, era el cuerpo de Wilma.

Fuente/paginasiete.bo

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