EL GENERAL PONCE AFIRMÓ QUE TODOS LOS CASOS DE CORRUPCIÓN SE INDAGAN
La víctima es un camionero, denunció que cinco sargentos lo secuestraron y obligaron a depositar el dinero en la cuenta de banco de la hermana de uno de ellos.
Cinco sargentos de la Policía Boliviana fueron denunciados ante la Fiscalía por secuestrar, golpear y extorsionar 10.000 dólares al conductor de un camión cisterna, en la Villa Primero de Mayo, de la ciudad de Santa Cruz. De acuerdo con el relato de la víctima, lo obligaron a realizar dos depósitos en la cuenta de una mujer, presuntamente hermana de uno de los involucrados.
“Me dijeron que había la forma de arreglar, que ya habían hablado con su superior y que también estaba de acuerdo, (…) me dijeron ‘no te vamos a molestar, tienes que depositar a este número de cuenta la suma de 10.000 dólares si quieres salir ahora’. Procedí a llamar a todos mis familiares, (…) me dieron la cuenta de la hermana de uno de los policías, del sargento (Breidy) F.”, detalla la denuncia del conductor Julio César S.R.
La demanda fue presentada el 15 de julio de este año. En una primera instancia -sin razón alguna- los fiscales de Santa Cruz la rechazaron, pero ante los reclamos y la gravedad del hecho se revirtió una resolución y fue admitida, sin embargo la investigación no tiene avances.
Similar panorama se tiene al interior de la Policía.La Dirección Departamental de Investigación Policial Interna (Didipi), no define un proceso sumario.
“Todos los casos en los cuales se vean involucrados funcionarios policiales son remitidos al sistema disciplinario, donde actúan de manera independiente y con seguridad harán que la ley prime”, fue la respuesta que dio a Página Siete el comandante de la Policía Boliviana, Orlando Ponce, tras ser consultado sobre esta denuncia.
El secuestro y la extorsión
Los abogados de Julio César presentaron la denuncia por los delitos de tráfico de influencias, uso indebido de bienes del Estado, concusión, receptación (de dinero) proveniente de delitos de corrupción, secuestro y extorsión. En el documento se detalla que además de los cinco policías están involucrados la hermana de uno de ellos y dos coroneles que conocieron el hecho, pero no asumieron medidas.
El hecho sucedió entre la tarde del 27 y la madrugada del 28 de mayo, en la zona Villa Primero de Mayo.
El chofer realizaba una reparación al tanque de combustible del carro cisterna para luego realizar un viaje hacia el norte cuando llegó una camioneta con cuatro policías, quienes de forma sorpresiva comenzaron a lanzarle amenazas y acusarlo de delincuente sin explicar el delito que hubiera cometido.
Después de esas amenazas, Julio César fue trasladado a celdas de la Estación Policial Integral de la zona en la urbe cruceña, donde -asegura- que lo golpearon mientras estaba enmanillado a una reja y lo denigraron por varias horas.
Finalmente, contó que uno de ellos se le aproximó en un tono conciliador y le ofreció dejarlo en libertad a cambio de 20.000 dólares. El chofer negoció y los sargentos aceptaron recibir 10.000 dólares.
Luego de pedir ayuda, a las 2:03 una de las familiares de Julio César realizó un primer depósito de 35.000 bolivianos y tres minutos después otro de 30.000. De acuerdo con los recibos electrónicos de la transacción, el dinero fue a dar a la cuenta de Everly Flores Mamani, quien se presume es la hermana de uno de los efectivos policiales.
Asimismo, se identificó a los cinco sargentos como Breidy F. M. -supuesto cabecilla del grupo-, Jhonny M.A., Ronald S.M., Roberto C.A. y Rubén P.V.
Las órdenes de servicio confirman que todos los policías nombrados estaban de turno, pero se negaron a la víctima los informes de servicio de la Policía.
La denuncia señala que cuando se recuperó de la impresión, Julio César y sus abogados se presentaron ante los superiores de los cinco sargentos y dieron detalles amplios, con pruebas, sobre el secuestro y extorsión cometidos en su contra.
No aparece el dinero
De forma verbal, uno de los superiores de los efectivos se comprometió a dar una solución rápida, con una conciliación y la devolución del dinero. Sin embargo, no sucedió eso y el caso dio un giro.
Días después, sin que se haya devuelto el dinero, dos abogados y personas particulares se presentaron en la casa de los padres de Julio César y amenazaron con el encarcelamiento de los familiares si no se retiraba la denuncia interpuesta.
Debido a estas amenazas, se procedió a la denuncia en la Fiscalía, pero el caso no tiene avances y los policías continúan trabajando en la misma unidad y sin ningún tipo de sanción.
Página Siete llamó y envió mensajes al sargento Breidy F., pero el número de celular se mantuvo apagado. La Fiscalía aún no emitió una imputación y sólo se tienen informes policiales que confirman la presentación de la denuncia.
Fuente/paginasiete.bo
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