Legisladores cuestionaron al comandante Aguilera por la comparación que hizo entre la Policía Boliviana y el FBI, y sobre el tema de la sanción a los policías que conduzcan coches ilegales.
El presidente Luis Arce Catacora está indignado con los escándalos de corrupción al interior de la Policía Boliviana. Legisladores del Movimiento Al Socialismo (MAS) y de la oposición también expresaron su malestar y exigieron el alejamiento del comandante de la Policía, general Jhonny Aguilera.
“El Presidente ha visto y ha recibido todo esto con indignación; por supuesto que esto no cae bien, no hace gracia de que autoridades o altos niveles de la Policía Nacional estén mostrándole a los bolivianos este tipo de situaciones”, señaló el vocero presidencial Jorge Richter.
Dijo que existe la necesidad de una reestructuración en la que debe trabajar el país. Explicó que el país está en una etapa de instituciones decadentes; por tal motivo, es necesario diagnosticar, reflexionar, dialogar y consensuar acuerdos para lograr un cambio.
El diputado Gualberto Arispe, jefe de bancada del MAS, fue más allá y dijo que “llegamos a la conclusión de que nuestra Policía ha sido totalmente corrompida”.
Agregó que en los últimos meses la institución del orden sorprendió a la población boliviana con uno y otro caso irregular, tales como los narcoaudios, venta de autos robados y cobros ilícitos, entre otros.
Indicó que el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, y el general Jhonny Aguilera tienen la obligación de hacer los controles, pero a la fecha no se ven resultados y eso evidencia que se están encubriendo hechos irregulares.
“Tiene que haber un cambio en el mando de la Policía, en las direcciones importantes que tienen que tomar decisiones respecto a esos temas vergonzosos y bochornosos que nos hacen quedar mal al Estado boliviano”, manifestó.
Y es que en lo que va del año, los policías como el coronel Maximiliano Dávila o el coronel José María Velasco, ambos exjefes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), fueron vinculados, junto con otros oficiales subalternos, en delitos relacionados al narcotráfico. Está también el caso del teniente coronel Raúl Cabezas, quien fue encarcelado por el caso de la venta de autos robados.
A esos hechos se suman los escándalos de otros policías tales como la subteniente Lizeth Condori, que fue procesada por liderar una banda de atracadores en Santa Cruz; policías antinarcóticos implicados con el clan de la denominada “reina del microtráfico” de drogas (Paola Pérez Ledezma); uniformados denunciados por operar en complicidad con reos desde las cárceles; el sargento Arnold Marín procesado por conducir en estado de ebriedad un vehículo indocumentado; y otros casos.
Frente a ese panorama, el general Aguilera declaró el fin de semana que “la Policía Boliviana es mejor que el FBI. La Policía Boliviana tiene voluntad, talento, preparación y formación”. Y el lunes dijo que “se sancionará con la pérdida de un año de antigüedad (al efectivo) que estuviere poseyendo un vehículo de carácter ilegal”.
Esas polémicas declaraciones generaron críticas y pusieron contra la pared al jefe policial, ya que varios legisladores pidieron su cambio.
William Tórrez, exfiscal y senador del MAS, calificó como una burla que se diga que se sancionará con la pérdida de un año de antigüedad a policías que manejen un auto ilegal.
“Acá no están viendo sensatez, por lo menos los mandos superiores de la Policía. Decir que hay una pérdida de antigüedad de un año es una franca y verdadera burla al pueblo de Bolivia. Por un delito, por una vulneración, una transgresión a un tipo penal contenido en el catálogo del Código Penal no se puede decir que se pierde un año como una sanción, más pareciera que fuera una suerte de premio. Un delito tiene que pagarse con cárcel”, apuntó.
El diputado Alberto Astorga, de Comunidad Ciudadana, tildó de sinvergüenza a Aguilera al decir que la Policía es mejor que el FBI, porque la institución del orden cuenta con varias denuncias por corrupción.
Asimismo, considera que hay una “incapacidad” en el mando policial porque no se responde con claridad en el caso de los autos robados. Por eso, Astorga cree que no sólo Aguilera debe ser cambiado, sino también el ministro Del Castillo.
El diputado Óscar Michel, de Creemos, también cuestionó las polémicas aseveraciones de Aguilera y dijo que debería ser cambiado porque es “ineficiente e incapaz” para solucionar estos problemas.
Ante los hechos de corrupción en la Policía, la exministra de Transparencia y actual embajadora ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Nardy Suxo, sugirió: “Se debe poner en ejecución inmediata la verificación de sus declaraciones juradas y la investigación de fortunas que incluya a actuales y exautoridades de esta institución”.
Ayer, el general Aguilera, en su intervención ante la Comisión de Gobierno, Defensa y Fuerzas Armadas de la Cámara de Diputados, dijo que “algunos comentarios que se dijeron pretenden estigmatizar a su Policía, la Policía que todos deberíamos estar orgullosos que con pocos medios logra descubrir delitos, logra prevenir delitos”.
El Presidente vio y recibió todo esto con indignación
Fuente/paginasiete.bo
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