El español no podrá continuar en carrera mañana tras un golpe de 28G y por los daños en su Audi. Está tocado físicamente después de dos golpes y un recorrido muy exigente.
Si el Dakar es épica, Carlos Sainz ha dado hoy una lección de pundonor y garra volviendo casi literalmente desde el hospital donde iba a certificar su abandono al maltrecho habitáculo del Audi RS Q e-tron, que había recibido un nuevo golpetazo unos minutos antes. Un trompazo de 28G (28 veces la fuerza de la gravedad) que en Fórmula 1 hace saltar las luces en el chasis para emergencias médicas, por poner un ejemplo.
En el kilómetro 5 de la novena etapa el Matador surcaba una zona de dunas a buen ritmo hasta que llegó con demasiada velocidad a una pequeña cresta que parecía inofensiva pero acabó siendo la tumba de los españoles. Saltó y aterrizó dando un golpe seco al morro, que se clavó en la arena volteando al coche hasta dejarlo patas arriba.
Muchos daños en el coche… y en el cuerpo
Aunque las imágenes no parecían apuntar a un accidente muy severo (aunque los daños en la carrocería eran evidentes, la clave en estos coches es el chasis), finalmente la violencia del impacto en una zona clave como es el morro acabaría por desangrar al prototipo híbrido alemán. Pero antes de eso (la retirada se certificó a las 19:00 horas), quien había acusado de verdad el impacto era el piloto.
Sainz, con dolores en la espalda que ya venía arrastrando desde las primeras etapas (las pedregosas del principio fueron una tortura física para todos los pilotos y el español arrastraba también el golpazo del accidente doble con Peterhansel), decidió inicialmente pasar una revisión médica en el hospital. Pero esa decisión no era definitiva… (aunque en ese momento incluso para él lo parecía).
Sainz no pudo completar su 16º Dakar, pero volverá para intentar una nueva victoria en 2024.Audi Sport
«Es una señal, nos damos la vuelta»
Según ha podido saber MARCA el Matador subió al helicóptero médico de la organización y partió hacia un hospital de la capital Riyadh (cercana a la zona del impacto) para hacerse un chequeo de la espalda, con la decisión tomada de volver a Madrid al día siguiente si su estado físico así lo permitía.
Sin embargo, quizá una remisión rápida de los dolores y un poco la superstición hicieron que Sainz diese un giro de 180º a su decisión. El piloto del helicóptero recibió unas coordenadas erróneas… algo que el español interpretó como una señal, y fue entonces cuando tomó la decisión de volver e intentar llegar al campamento para seguir en carrera.
Lo lograron. Con el apoyo del camión de asistencia de Q Motorsport remendaron lo que queda del Audi (con muchos daños en la carrocería y sin la puerta del copiloto, que tuvieron que arrancar de cuajo para salir tras el vuelco) y llegaron al campamento, por carretera, antes de las 16:00 horas españolas.
Sin embargo, los daños estructurales del coche, que recibió un impacto muy seco en el frontal, impidieron que la pareja española pudiera continuar en competición.
Fuente/marca.com
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