El qatarí Nasser Al-Attiyah (Toyota) conquistó este domingo su quinto Touareg, el segundo consecutivo, en la última etapa del Dakar, que se llevó el francés Guerlain Chicherit (Prodrive).
El ya quíntuple campeón del Dakar se pudo tomar con calma la última jornada, sin correr riesgos, al contar con más de una hora y veinte minutos de renta al frente de la general.
Al-Attiyah, que acabó con 1h18:49 sobre el segundo, el francés Sébastien Loeb (Prodrive), lleva seis ediciones consecutivas sin bajar del segundo cajón del podio del raid, con tres triunfos (2023, 2022 y 2019) y tres segundos puestos (2021, 2020 y 2018).
El catarí ahuyentó los problemas de principio a fin en su defensa del título y se benefició de los que tuvieron sus rivales, entre ellos, el español Carlos Sainz (Audi), que llegó a liderar la clasificación tras ganar la primera especial y luego tuvo que abandonar, y el Loeb, quien se impuso en siete etapas, seis de ellas consecutivas, después de un desafortunado inicio de rally.
A Al-Attiyah le bastaron tres triunfos parciales y administrar una cómoda ventaja para revalidar el título. Con su quinto Dakar (2011, 2015, 2019, 2022 y 2023) supera en el palmarés al finlandés Ari Vatanen y solo tiene por delante al francés Stéphane Peterhansel, que suma ocho entorchados.
En la última etapa y después de haber establecido el nuevo récord del Dakar con seis triunfos seguidos, Loeb cedió. Por primera vez en la última semana de competición, el alsaciano, que también igualó a Sainz con siete victorias de etapa en una edición del Dakar, no pudo firmar la primera posición.
Otro Prodrive y otro francés, Guerlain Chicherit, marcó el mejor tiempo en el primer punto de control, el del kilómetro 33 de la etapa final del raid, entre Al-Holuf y Dammam (Arabia Saudí), con 281 kilómetros de enlace y 136 de especial, con algo de tierra, incluso barro hacia el kilómetro 29, mucha arena y un pequeño tramo por un lago seco.
El argentino Sebastián Halpern (Mini) se quedó a 16 segundos de Chicherit en el primer parcial y el sudafricano Henk Lategan (Toyota) pasaba tercero a 31. Loeb cedía más de un minuto y Al-Attiyah, que contaba los kilómetros hacia la meta y el Touareg, se dejaba 1:47.
No quería riesgos innecesarios el jeque, tampoco atraer problemas. Lo que le pasó al francés Mathieu Serradori (Century), que rompió el motor de su buggy a los 10 kilómetros. Era el noveno en la general y segundo en la clasificación de dos ruedas motrices antes de esta especial, a 2:30 del chino Wei Han (SMG).
A mitad de etapa, Chicherit consolidó el liderato con 43 segundos sobre el sueco Mattias Ekstrom, el único superviviente de Audi en el Dakar tras las retiradas del Sainz y Petterhansel. Halpern caía a la cuarta plaza, a 1:10 del líder de la etapa.
Ekstrom limó la desventaja hasta los 40 segundos en el último punto intermedio, el del kilómetro 102, pero cedió en la meta, donde Chicherit dejó su crono en 1h09:24, con 1:36 sobre el sueco y ocho segundos más respecto al sudafricano Henk Lategan. Halpern acabó a 1:53 del ganador de la etapa.
Loeb se dejó 2:48 y Al-Attiyah, 5:41, pero poco importaba. El de Toyota completó el Dakar en 45h03:15 y se adjudicó su quinto Touareg, con el alsaciano segundo a 1h18:49 y el brasileño Lucas Moraes (Toyota) tercero a 1h36:31.
Al-Attiyah: «Es increíble haber podido revalidar el título»
El catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota) explicó que fue un «difícil» Rally Dakar a pesar de la ventaja con la que llegó a la meta (más de una hora sobre el francés Sébastien Loeb) y consideró «increíble» poder ganarlo por segundo año consecutivo y llevárselo por quinta vez, con lo que ha superado a su ídolo Ari Vatanen.
“Acabamos de terminar y estoy contentísimo. Ha sido un Dakar difícil para todo el mundo, pero nosotros lo manejamos y es increíble haber podido revalidar el título», indicó tras la meta.
Se mostró «feliz por haber ganado por quinta vez» y superar así los cuatro que conquistó Vatanen. Ahora, en coches, solo tiene por delante al francés Stéphane Peterhansel, que cuenta con ocho.
«Respeto al máximo a Ari, siempre ha sido mi ídolo. Yo siempre quiero ganar más y ahora me toca defender el título de campeón del mundo (de raids)», explicó.
Al-Attiyah, que se benefició de los problemas de sus rivales (Loeb, Peterhansel y el español Carlos Sainz, principalmente), dejó el Dakar resuelto en la primera semana y se centró en conservar la ventaja en la segunda, en el terreno que mejor se le da, las dunas.
«No hemos tenido que atacar a lo loco. Hemos conseguido terminar la segunda semana y hemos ganado el Dakar al final, que es lo importante”, precisó.
Fuente/espndeportes.espn.com
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