El encuentro entre Bolívar y Oriente Petrolero se desarrolló en un elevado clima de adversidad mutua. A la salida de los refineros, el técnico Erwin Sánchez explotó con unas polémicas declaraciones.
Era fútbol, pero no lo parecía. La eliminatorio entre Bolívar y Oriente Petrolero acabó de la peor forma posible en La Paz. Amenazas, insultos y declaraciones en caliente tiñeron el clásico nacional entre académicos paceños y refineros. Erwin ‘Platiní’ Sánchez, el técnico cruceño, estalló al final del encuentro.
“Esto es una vergüenza, siento vergüenza de ser boliviano”, expresaba el técnico instantes antes de subir al avión que los llevaría hasta el hotel de descanso. Hasta ocho veces mencionó la palabra vergüenza en menos de medio minuto.
Sánchez se refería de esta manera a todo lo sucedido durante la semana y lo vivido en el estadio paceño Hernando Siles. Una semana de mucha tensión que inició con el partido de ida en Santa Cruz de la Sierra.
El resultado final quedó en un segundo plano. La victoria de Bolívar con un gol de Uzeda en el minuto 94 envió a ambos equipos a la definición de penales. No bastaron los 5 disparos rituales como establece la ruleta de la incertidumbre. Hubo que prolongar la serie con seis penales más. Hasta que Samuel Guzmán estrelló su disparo en el travesaño y ahogó las esperanzas de los albiverdes.
El partido debió concluir ahí. Ya con ambos equipos en los vestuarios y tras recuperar el aliento después de dejar todo en la cancha, solo restaba retornar al hotel y aguardar el vuelo a Santa Cruz de la Sierra.
No fue así. La tensión acumulada durante los días previos estalló. La delegación refinera abandonaba las instalaciones del Hernando Siles y, al pasar frente al camarín de Bolívar, se desbordó todo.
Jugadores y dirigentes de Oriente Petrolero se enfrentaron con jugadores de Bolívar. Los insultos y las amenazas sobrepasaban el débil cordón policial. Entre los empujones, voló alguna botella. La rabia contenida durante el viaje a La Paz explotó.
Ambos equipos se cruzan acusaciones sobre quién inició inició la trifulca. Desde Bolívar tilda a los cruceños de no saber perder, mientras que éstos se defienden apuntando al técnico celeste de provocarlos con empujones e insultos.
Un dirigente refinero apuntaba a los académicos. “Nos están jodiendo” y advertía: “Esto no va a quedar así, ya van a ir a Santa Cruz”.
A duras penas, la policía lograba mantener separados a ambos bandos. En las imágenes también se ve a Sergio Galarza y Ronald Raldes trataban de separar a sus jugadores y avanzar hacia el autobús que aguardaba unos metros más allá.
El desconcierto fue tal que se ve al mismo Galarza quitarse la chamarra para encarar a algún uniformado que también se metió en el pleito. Desde la delegación de Oriente Petrolero se denuncia la actitud de la policía que llegó, incluso, a lanzar gases lacrimógenos.
Sánchez, uno de los últimos en recorrer el trayecto, también se suma al pequeño grupo de dirigentes que trata de separar a sus jugadores hacía el autobús refinero.
Instantes después, y cuando ya estaba a instante de subir al bus, Sánchez refirió la polémica frase que ya recorre las redes sociales. Envuelto en una calentura por todo lo que rodeo el encuentro, ‘Platiní’ también habló de la lealtad que debe primar en el fútbol nacional.
Fuente/eldeber.com.bo
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