jueves, 14 noviembre de 2024

El Tercer Ojo

Noticias de Tarija y Bolivia (Seguridad/Policial/Judicial)

Algunos ‘autos ilegales’ terminan partidos en dos y vendidos en piezas

La Aduana Nacional de Bolivia (ANB) remata estos vehículos en calidad de chatarra. Varios negocios venden sus partes como repuestos. En 2021, la entidad estatal incautó 1.845 vehículos sin documentos

Apilados unos sobre sobre otros y partidos por la mitad, así terminan los vehículos indocumentados que son decomisados por la Aduana Nacional de Bolivia. Todos van a parar a una especie de ‘cementerio de elefantes’, solo que en vez de enormes huesos blancos, se observan varias piezas de acero, llantas y plásticos que se extienden en grandes espacios donde estos autos tienen su última morada.

Pero ¿cómo estos vehículos terminan ahí?, la respuesta es sencilla, la entidad estatal acaba rematando estos motorizados retenidos en los diferentes operativos. Después, sus piezas son comercializadas como repuestos para otros vehículos.

La entidad realiza estos remates en Santa Cruz y en sus puestos de control, en frontera; en especial en Oruro. Pero no todos son vehículos ilegales o ‘chutos’, algunos de estos son importados legalmente como torpedos, para aprovechar sus partes y otros son olvidados por sus dueños, luego de que quedan inutilizados.

En 2021, según la rendición Pública de la Aduana, en Bolivia se incautaron 1.845 vehículos indocumentados, que tenían un valor de Bs 364,5 millones.
Se buscó a la presidenta de la Aduana Nacional, Karina Serrudo, para explicar el procedimiento que deben seguir los vehículos que son incautados por esta entidad, pero no contestó ninguno de sus dos números de celular. 

Pero en una anterior entrevista realizada en el periódico El Potosí, la autoridad aduanera explicó que la norma legal establece que los automóviles incautados deben ser transferidos al Ministerio de la Presidencia para que después sean reutilizados a través del traspaso a diferentes instituciones y organizaciones del país.

En cambio, los autos que no reúnen condiciones son cortados en dos y sus partes entran a los remates nacionales para su adjudicación a cualquier persona interesada en la mercancía.

“Es así que como Aduana -en el marco de la ley- procedemos a partir estos vehículos a la mitad y los rematamos a aquellas personas que las puedan vender como partes o como chatarra. Ni siquiera invirtiendo se los puede hacer andar”, explicó.

Antonio Rocha, presidente de la Cámara de Despachantes de Aduana, agregó que la Aduana procede a ‘destripar’ o inutilizar ese tipo de automóviles cuando su uso representan un peligro para salud de las personas, animales o el medioambiente.

 “En ese caso es normal destruirlos y se convierten en chatarra y pueden ser monetizados por la Aduana, pero a través de un proceso de remate público. Esa esa es la forma en que se debería proceder”, precisó el empresario y agregó que todo este proceso se hace de forma legal “con póliza de importación”.

Compradores
EL DEBER recorrió algunos de los centros que adquieren estos vehículos, que están ubicados por la zona de la Doble Vía a La Guardia y Nuevo Palmar. En estos negocios explicaron que cada parte de estos motorizados es aprovechada. La mayoría recicla los repuestos para otros vehículos y todo los demás se comercializa como chatarra, incluso el plástico es vendido para su reutilización.
No obstante, también estos negocios importan de Japón estos vehículos denominados ‘torpedos’ (porque se compra el chasis del vehículo) de forma legal para poder aprovechar sus partes y venderlas en el mercado nacional.

 “El vehículo tiene tres partes esenciales: motor, caja y chasis; eso hace el esqueleto del motorizado. Cuando se importa ese vehículo se llama torpedo, y hay una norma específica para eso”, sostuvo Rocha.

La internación de vehículos indocumentados nuevamente está en debate en Bolivia después de que un reporte del canal Meganoticias de Chile revelara la complicidad de la Policía en la comercialización de estos motorizados, que en su mayoría fueron robados en el vecino país.
Por este hecho, el Gobierno destituyó al director nacional de la Dirección de Prevención e Investigación de Robo de Vehículo (Diprove) y reemplazó a todos los efectivos policiales de esta unidad policial en Santa Cruz.

Fuente/eldeber.com.bo

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