“Personal militar que debía estar bajo la justicia militar es atropellado, no hay presunción de inocencia”, señala Tomás Peña y Lillo
Este martes se declaró en la clandestinidad el general en retiro Tomás Peña y Lillo, uno de los supuestos implicados en la toma militar de la plaza Murillo, liderada por el excomandante, Juan José Zúñiga. Pidió una comisión internacional, considera que en Bolivia no existe la presunción de inocencia.
“Él está en un lugar seguro, me dijo que no me preocupe, que él se estaba yendo a la clandestinidad”, manifestó Katherine Antezana, esposa del general en servicio pasivo.
El militar en retiro señaló que tomó la decisión al ver el trato que han recibido personas que deben ser juzgadas por la justicia militar.
“Desde aquí he decidido declararme en la clandestinidad hasta el momento en que se forme una comisión internacional que investigue la verdad de lo que ha ocurrido”, señaló Peña y Lillo, en entrevista con el periodista Jhon Arandia.
El militar considera que en Bolivia no existe la presunción de inocencia y ante lo ocurrido el miércoles, considera que el Gobierno hace escarnio apresando a personas como si se tratase de una “cacería de brujas”.
Confirmó que el miércoles sostuvo una reunión con Zúñiga, que lo había llamado. Al ingresar le preguntaron cuál era el motivo para haber recibido su llamada.
“Él nos dijo una cosa que no olvido: Hemos decidido ir a la plaza Murillo para defender a la democracia y defender a las Fuerzas Armadas, exactamente para qué, nosotros no sabíamos, no nos dijo”, señaló Peña y Lillo.
El militar en retiro agregó que Zúñiga pidió apoyo institucional al servicio pasivo; sin embargo, Peña y Lillo explicó que los directivos no estaban de acuerdo porque no conocían cuál era el objetivo que tenía el excomandante del Ejército.
Agregó que posteriormente Zúñiga se subió a carros armados y se retiraron.
“No teníamos nada más que hacer después de hablar un momento con él en su oficina, se fueron los carros y nosotros nos fuimos a continuar nuestra reunión”, señaló Peña y Lillo.
Agregó que le llamó la atención que un día antes, el martes, supo que Zúñiga iba a ser destituido del cargo; sin embargo, le sorprendió recibir su llamada para la reunión.
En su entrevista el general en retiro señaló que “todo el mundo sabía que el general Zúñiga era muy amigo del presidente”, por eso es difícil pensar que iba a ocurrir la toma militar.
Fuente/unitel.bo
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