Los autos chutos ingresan al país a través de al menos 70 pasos fronterizos ilegales, principalmente desde Chile.
Más de un millón de vehículos indocumentados, conocidos como “autos chutos”, recorren las vías bolivianas, según estimaciones de la Cámara Automotriz. Esta alarmante cifra pone de relieve la magnitud del contrabando automotor en el país, un negocio ilícito que se nutre de la necesidad, la corrupción y la violencia.
ngreso ilegal y comercialización sin escrúpulos:
Los “autos chutos” ingresan al país a través de al menos 70 pasos fronterizos ilegales, principalmente desde Chile. Una vez en territorio boliviano, son comercializados en ferias clandestinas como las de Challapata, Ventilla, Chapare y Yapacaní, entre otras 50 ubicadas en todo el país.
Gustavo Villarubia, un investigador en el área, relató un incidente en el que se contaron 62 camiones transportando vehículos clonados hacia Bolivia. “Eran coches que ya habían encargado con la misma marca, color y modelo. Solo les ponían la matrícula clonada y así los usaban”, explicó Villarubia.
Los precios de estos vehículos son relativamente accesibles, y muchos de ellos se ofrecen sin documentos o con documentación clonada. La demanda por estos autos ilegales se ve impulsada por la precariedad económica de algunos sectores de la población, quienes buscan una alternativa de transporte asequible.
Detrás del floreciente mercado de “autos chutos” se esconde una red de clanes familiares y funcionarios públicos corruptos que se benefician del contrabando y la venta ilegal de estos vehículos.
El robo violento de autos en países vecinos como Chile, Paraguay y Brasil es el punto de partida de este negocio ilícito. Las víctimas de estos robos son despojadas de sus vehículos con total impunidad, a menudo bajo la amenaza de armas de fuego.
En 2022, se cree que más de 30 mil vehículos robados ingresaron desde Chile a Bolivia. Incluso se reportó que uno de los vehículos entregados a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) tenía reporte de robo en Chile.
Las consecuencias del contrabando automotor en Bolivia son nefastas y de amplio alcance. Además de la competencia desleal que representa para el sector automotriz legal, este fenómeno alimenta la criminalidad. Un ejemplo trágico de estas consecuencias es la muerte de un militar del Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando quien fue atropellado por un vehículo indocumentado durante un operativo de control.
Expertos y ciudadanos coinciden en la necesidad de modificar y endurecer las leyes para regular el ingreso de vehículos al país, así como para fortalecer los controles fronterizos y combatir la corrupción en las instituciones públicas.
Fuente/reduno.com.bo
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