El gerente general del IBCE, Gary Rodríguez, indicó que “llama la atención el caso del arroz, donde no ha habido un problema de producción, sí en el caso del tomate” y dijo que Bolivia ahora es un país que “ofrece alimentos más baratos” para otros países.
El gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, se refirió a la subida de los precios de productos de la canasta familiar, entre ellos el arroz y el tomate. Consideró que la falta de dólares y los precios elevados en países vecinos allanan el contrabando de estos productos.
Rodríguez indicó que “llama la atención el caso del arroz, donde no ha habido un problema de producción, sí en el caso del tomate”.
Medios de comunicación de Argentina informaron que en ese país un kilo de tomate llega a costar hasta 8.000 pesos argentinos, es decir, unos 8,9 dólares.
Rodríguez considera que este escenario favorece al contrabando de alimentos, pero ya no de Argentina hacia Bolivia, como sucedía antes, sino a la inversa.
“Se ha escuchado también que productos alimenticios de Bolivia están saliendo hacia la Argentina por el mejor precio allá. Se dice que hasta tres veces más están pagando y lo importante, están pagando en dólares”, dijo.
Explicó que “el dólar está escaso en el país, de tal manera que este es un incentivo, es un aliciente adicional para que salgan, no por la vía formal necesariamente como una exportación legal, sino que ahora el contrabando se ha invertido”.
“Como todo ha subido allá”, en Argentina, “ahora más bien nos hemos vuelto nosotros un país que ofrece alimentos más baratos y se está dando esta situación”.
Falta de dólares
La falta de dólares en Bolivia afecta también a la producción. Rodríguez apuntó que “la tónica es que las semillas, por ejemplo del tomate, los fungicidas, herbicidas, los plaguicidas en general, los fertilizantes casi han duplicado su precio, porque eso se compra, se importa en dólares”.
“De tal suerte que sube el costo de la producción y eso se refleja en los precios. Ahora, no todos los productores, que en su gran mayoría son pequeños, pueden trabajar con mayores costos de producción”, señaló.
Pero no es todo. Los efectos climáticos también allanan el panorama adverso para los productores, entre ellos “la sequía que retrasó la producción en Cochabamba, como un factor que presiona para que la oferta baje y con eso los precios suban”.
¿Hay suficiente arroz?
“Decimos que la producción de arroz es normal porque incluso se ha dado una situación donde Emapa anunció que no iba ya a comprar arroz porque estaban sus silos totalmente llenos de este grano”, explicó Rodríguez.
En ese marco, argumentó que “si en los países vecinos el precio está mayor, pues la tendencia va a ser a que salga, ojalá que pudiera ser de forma legal, pero si es contrabando, eso incluso está haciendo que los dólares que están entrando beneficien a la gente que está contrabandeando, pero no está entrando al sistema”.
Oferta y demanda
Todo depende de la oferta, si se mantiene elevada los precios seguirán altos, explicó. Esta situación se da en Argentina y Bolivia con el tomate.
“Cuando uno va al mercado y el tomate está caro y yo pago ese mercado, estoy dando un voto, estoy diciendo, estoy dispuesto a pagar eso”, argumentó.
“Pero si vamos a sustituir o vamos a dejar de consumir o consumir menos el arroz o el tomate, pues el precio de equilibrio tendría a bajar un poco”, añadió.
¿Con esta situación, el consumidor final, la familia boliviana, está perdiendo el valor adquisitivo de su dinero? Cada vez alcanza para menos su sueldo.
“Gran parte de los ingresos, principalmente de las familias que tienen ingresos bajos, se dedica a los alimentos. Y claramente, si suben los precios de los alimentos, hay una mayor proporción de ese ingreso que se dedica a tal efecto. Y, por supuesto, entonces quedará menos para gastar en otras cosas, pero además se podrá comprar menos productos por los precios elevados
¿Qué hacer frente a esta situación?
En su criterio, hay que “reorganizar el consumo, que a veces se torna difícil, pero también vigilar mucho las fronteras para que este contrabando que se dice que se está dando, pues disminuya o se frene”
¿Esto incidirá en el nivel de vida, en la calidad de vida de los bolivianos?
Rodríguez indicó que “ya en el índice de precio del consumidor se está reflejando esta situación”.
Trascendió que en tres semanas o un mes el tomate llegará en mayor cantidad a los mercados y “la consecuencia debe ser una caída abrupta del precio”.
Rodríguez apuntó que “cuando sale de golpe en la producción de los valles de Comarapa, Mairana o Saipina” la caja del tomate llegó a costar Bs 10 o Bs 12.
“En el peor de los casos, recuerdo, que llegó a costar 80, 90 bolivianos y hoy día tiene un precio exorbitante”, señaló.
En su criterio, “lo que deberíamos tratar de hacer es más bien ayudar al productor a producir más y mejores productos alimenticios, pero al mismo tiempo también resguardar de la competencia ilegal y eso significa combatir el contrabando de salida en este caso”.
Fuente/unitel.bo
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