Están al acecho. Se alimentan de la vulnerabilidad anímica de sus potenciales víctimas y se encuentran atentos, a la “pesca”, en redes sociales. Los tratantes de personas y pedófilos no descansan.
Se camuflan como “loverboys” (pretenden enamorar para la captación), ofrecen trabajos con honorarios superlativos o prometen el falso estrellato a jóvenes que sueñan con la fama en las pasarelas. Todo sea por conseguir su objetivo: traficar con la vida.
Las organizaciones criminales que se dedican a la trata y tráfico de personas han encontrado en las redes sociales a su mejor aliado, ese canal mediante el que tejen sus estrategias de conquista para el negocio delictivo. Durante el inicio de la pandemia, en 2020, los tratantes han obtenido provecho. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga (UNODC), los antisociales han incursionado con fuerza en los terrenos digitales en el momento más crítico del COVID-19.
Lo cierto es que los menores son el blanco más deseado. Redes como Instagram, Facebook y otras suelen ser los espacios digitales utilizados por los delincuentes. Ahora, también los criminales actualizaron sus saberes y se han subido al tren de los videojuegos, considerando que los niños y adolescentes suelen ser fieles consumidores de este tipo de entretenimientos.
Los captadores se han metido en los juegos para poder entablar conversaciones por los chats habilitados. El Free Fire es uno de ellos. En marzo de 2021, en Argentina se conoció el caso de una menor de escasos recursos de 14 años que, mediante mentiras, fue reclutada por un hombre boliviano de 25 años que tuvo la intención de trasladarla a Bolivia.
La menor había comenzado un “relación” con el adulto a través de partidas del Free Fire. Después, él viajó desde el departamento de Santa Cruz a la Argentina para conocerla. Con manipulación, la convenció de escaparse juntos a Bolivia. Le prometió trabajar en un salón de belleza y cobrar 3.500 dólares a la semana. Los planes del tratante se truncaron, luego de que gendarmes descubriera al par en un micro en Salvador Mazza, provincia de Jujuy.
La modalidad más frecuente que utilizan los criminales en redes es la del “loverboy”. Esta forma de captación apunta, esencialmente, a mujeres y niñas. El “loverboy” suele aparentar ser amable, servicial, comprensivo y escucha a su víctima. En ocasiones, también puede dar regalos.
Joel Jabiles Eskenazi, coordinador de la Unidad Contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), citado por Reporte Alternativo, “lo que se busca con el vínculo emocional o sentimental es obtener un beneficio para sí mismo o para terceros. La relación no es la finalidad de la interacción, sino la forma en cómo esta persona va a generar un control sobre la víctima”.
Estos sujetos son los que apelan a las redes sociales con mayor frecuencia.
Ahora bien, ¿cómo los padres o tutores de menores pueden protegerlos antes el acecho de los criminales? La psicóloga Jenny Junco Supa, citada por El Comercio de Perú, ofrece algunos lineamientos importantes:
COMUNICACIÓN
La comunicación fluida con los niños y adolescentes es determinante. Solo así será posible que se genere un “ambiente preventivo”, una suerte de barrera ante las amenazas, de modo que cuando surja alguna situación de alarma, el menor tenga la confianza de contarles a los mayores lo que sucede y lo inquieta.
ATENTOS A CAMBIOS
Es importante que los papás estén atentos al comportamiento de los niños, a lo que hacen a solas o en compañía.
“Los padres deben estar atentos a los cambios conductuales de sus hijos. Si los notan, por algo es, deben identificar qué pasa o qué le molesta al menor”, expresó la psicóloga a El Comercio.
EXPLICAR SIEMPRE
En todo momento, los mayores tienen que explicar el motivo de las restricciones en cuanto a la seguridad cibernética. No es conveniente prohibir o castigar sin que de por medio haya argumentos. De lo contrario, los menores podrán sentir curiosidad ante aquello que ha sido prohibido.
NO SER INVASIVOS
Está bien que los controles en cuanto a horarios y páginas sean claros. Sin embargo, no es aconsejable, dice Junco, que los menores se sientan hostigados por sus padres.
“Es importante decirles de qué se trata la pedofilia y cómo operan estos abusadores”.
FAMILIARIZARSE CON LA TECNOLOGÍA
Es preciso que los adultos tengan noción, aunque sea básica, del mundo tecnológico al que se han insertado sus hijos. Conocer para qué sirve cada red social es una de las tareas a tener en cuenta.
ADVERTENCIAS Y EJEMPLOS
Advertirles sobre las múltiples formas que tienen los criminales de causarles daños es sumamente importante. Comentarles que las cuentas falsas abundan, que hay ciertos aspectos ante los cuales estar atentos y describirles algunos ejemplos de niños que han experimentado el peligro resulta clave.
Fuente/opinion.com.bo
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