La mujer fue víctima de agresión constante durante cinco años.
Hacía meses que Zenobia de 47 años había terminado la relación con su expareja Abel C. G. de 50 años, así que se negó a darle un beso y un abrazo, la reacción de la víctima por tentativa de feminicidio, fue motivo de agresión y casi le causó la muerte.
La madre y abuela sufrió un tremendo susto cuando vio dentro de su vivienda a su exconcubino. Enfurecido por el rechazo, sacó de su pantalón una navaja y se abalanzó contra Zenobia, propinándole siete puñaladas en el cuerpo, fue en ese momento que llegaron sus hijas de 24 y 22 años para defenderla y casi pierden la vida.
“Ella soportó violencia durante cinco años, al mes y medio empezó a vivir agresiones que soportó por varios años. Luego de presentar la denuncia por violencia intrafamiliar el 30 de agosto, volvió a vivir con sus dos hijas, tratando de superar el abuso que vivió”, relató la representante del Colectivo Mujeres de Fuego, Fátima Terrazas.
Sin embargo el martes 10 de octubre las atacó brutalmente con el arma punzocortante que tenía, luego intentó quitarse la vida ocasionándose heridas él mismo. La madre y sus dos hijas quedaron gravemente heridas, siendo la joven de 24 años la más afectada, que ahora se encuentra en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI).
“El agresor repetía una y otra vez, ‘así te has atrevido a denunciarme y dejarme, ahora vas a sentir el mismo dolor, porque verás a tus hijas morir’, le decía”, contó Terrazas.
Mientras el agresor permanece internado bajo custodia de la Policía, que esperan a su recuperación para presentarlo ante un juez que resuelva su situación judicial.
Fuente/reduno.com.bo
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