La menor de 16 años que había pedido cerca de dos litros de sangre, finalmente fue sometida a una interrupción legal del embarazo.
Hasta el Hospital Maternológico Germán Urquidi, fue trasladada una menor de 16 años, proveniente del valle alto cochabambino.
De acuerdo al relato de los familiares y la adolescente, había consumido “pastillas” con la intención de abortar, y se había desangrado durante “casi una semana”.
“La menor llegó con un sangrado al materno, tenía 18 semanas de gestación (cuatro meses y medio) y el sangrado no paraba porque habría ingerido pastillas”, informó el director del Maternológico, José Pardo.
Tras realizar las entrevistas correspondientes y examinar a la joven, se confirmó que presentaba “antecedentes de haber sufrido una agresión sexual”, por lo que se procedió a la interrupción legal del embarazo.
“Estaba con hemorragia constante, había perdido cerca de dos litros de sangre, llegó al hospital blanca como un papel”, añadió Pardo.
Dentro de este caso, se podría analizar si los padres de la adolescente tienen responsabilidad por que la menor puso en riesgo su vida.
Fuente/reduno.com.bo
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