Advierten posibles riesgos para la salud pública
El director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Nils Casón, informó sobre la contaminación en el pescado del río Pilcomayo. Según los resultados de análisis realizados en coordinación con Villa Montes, se ha detectado la presencia de metales pesados en cinco puntos clave de la región: Rancho Viejo, Central El Pibe, Puente Capitán Ustares, Peña Colorada y Puente Ferroviario.
Las muestras de pescado recolectadas en estos puntos fueron enviadas al Instituto Nacional de Salud Ocupacional (INSO), cuyo resultado evidencia altos niveles de mercurio y plomo en el pescado de todas las zonas analizadas, lo que representa una grave amenaza para la salud pública, especialmente para poblaciones de riesgo como mujeres en etapa fértil, embarazadas, madres lactantes y niños pequeños.
El valor de mercurio detectado es extremadamente alto, y los expertos advierten que el consumo de este pescado puede tener consecuencias devastadoras para la salud, incluyendo desórdenes neurológicos, convulsiones y afectaciones al sistema nervioso central.
De acuerdo con los estándares del Codex Alimentarius de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niveles de mercurio y plomo en el pescado no deben exceder los 0,5 miligramos por kilo y 0,2 miligramos respectivamente, para ser considerados seguros para el consumo.
Sin embargo, los resultados de las pruebas de laboratorio indican que en puntos como el Puente Colgante se han detectado valores de 0,71 mg de mercurio y 0,3 mg de plomo en el pescado. En el punto conocido como El Pibe, donde se obtiene una mayor cantidad de pescado para el consumo, se ha encontrado aún mayor concentración de metales pesados, con 0,81 mg de mercurio y 0,25 mg de plomo.
Por su parte, el secretario de Desarrollo Productivo, Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Gobernación de Tarija, Efraín Rivera, advirtió que los desechos mineros y materiales tóxicos provenientes de la actividad minera están contaminando los cuerpos de agua. Un ejemplo es el reciente derrame de más de 13.000 toneladas de desechos mineros en la localidad de Agua Dulce, en Potosí.
Rivera destaca que mediante análisis periódicos, tanto en época seca como de lluvias, se ha evidenciado que el agua en San Juan del Oro no cumple con los parámetros para riego, consumo humano ni animal. A pesar de esto, lamentablemente, algunos pueblos originarios continúan consumiendo el agua del río, poniendo en riesgo su salud y bienestar.
Asimismo, pidió que a través del Ministerio de Minería, de Medio Ambiente y Recursos Naturales se trabaje en el cumplimiento de la normativa y en la construcción de diques modernos en la ciudad de Potosí, de manera que se pueda controlar adecuadamente el vertido de aguas al río Pilcomayo, respetando las normas de protección ambiental.
Es responsabilidad de todos proteger nuestra salud y bienestar, así como el medio ambiente. La colaboración entre autoridades, población y sectores involucrados es esencial para afrontar esta grave problemática y preservar la calidad de vida de las comunidades afectadas.
Fuente/elpais.bo
Mas Historias
Iglesia Católica desconoce a José Luis Funes, el “cura” que arremetió contra Arce y se sumó al bloqueo evista
TSE advierte un daño económico al Estado de Bs 55 millones si se paralizan las judiciales
Cochabamba queda aislada por bloqueos evistas que cortaron el paso al oriente y occidente del país