El sacerdote tuvo al menos 30 víctimas y la denuncia llegó a uno de sus superiores. Como “castigo” lo llevaron a Roma, pero años después volvió al país. Ayer fue aprehendido acusado de abuso contra seminaristas.
El párroco de la iglesia de San Roque, Milton Murillo, fue aprehendido ayer a las 7:45 en inmediaciones de la iglesia de San Roque, en Tarija, acusado de abuso sexual contra seminaristas. Por la noche, los fiscales de La Paz allanaron las oficinas de la Curia de los jesuitas, que se encuentran en el centro de la ciudad de La Paz.
“Esta mañana (ayer) se ejecutó un mandamiento de aprehensión contra el párroco que está investigado, Milton Murillo. En este momento, él ha sido aprehendido y en las próximas horas será sometido a una audiencia de medidas cautelares”, informó la fiscal departamental, Sandra Gutiérrez.
Los abusos que ejercía el padre Milton Murillo, de una de las comunidades de Carmelitas, se conocieron en 2014. Varios exseminaristas decidieron contar lo que les pasó y sus superiores sólo atinaron a enviar a Murillo “como castigo” a Roma, Italia, pero como no se adaptó en esa ciudad, retornó a su natal Bolivia y fue párroco de la iglesia San Roque de Tarija hasta la fecha.
Una fuente civil allegada a una de las comunidades de Carmelitas, y que prefirió no dar su nombre, dijo que el padre Murillo, como administrador del Seminario de la Orden Carmelita Virgen de Fátima de La Paz, “hizo mucho daño a los seminaristas de esos años”. “Aunque no se sabe cuántas fueron sus víctimas, se conoce que él abusó de muchos”, informó. Aseguró que aunque se supo de las denuncias, “todas las pruebas se ocultaron”.
El padre Garvin Grech, superior de Murillo, conoció de estos hechos, “pero tampoco hizo nada”. Debido a las denuncias, el cura fue destituido y luego enviado a Roma “como castigo”, pero continuó como sacerdote. Luego de un tiempo retornó para quedarse en la parroquia San Roque de Tarija.
Jeanethe Melogno, exsecretaria de la entidad, contó a Página Siete que el padre Grech trató mal a Murillo. Cuando ella le preguntó las razones, sólo respondió que “él (Murillo) está castigado porque cometió un error”. Cuando la mujer intentó saber más detalles, Grech continuó: “(Murillo) dice que revisó a los chicos como psicólogo y ellos lo denunciaron”. Melogno aseguró que como consecuencia de esos hechos, lo único que se hizo fue “cerrar la iglesia de los Carmelitas donde estaba Murillo” en la ciudad de La Paz.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, también informó de la aprehensión del religioso y escribió en sus RRSS: “No habrá impunidad de ningún tipo, y menos aún en casos de esta naturaleza”.
El allanamiento
El fiscal departamental de La Paz, William Alave, informó ayer que se designó una comisión de tres fiscales que investigarán dos denuncias contra sacerdotes implicados en abusos sexuales registrados en la sede de Gobierno. Dicha comisión hizo un allanamiento en uno de los predios de los jesuitas anoche.
“El día de ayer (martes) nos hemos reunido con la comisión, son tres los fiscales que van a atender este caso, fiscales de la unidad de género; estas personas ya están haciendo las actividades investigativas. Entiendo que se van a realizar dos allanamientos”, señaló Alave.
Mencionó que se trata de dos denuncias en La Paz; sin embargo, no dio detalles de los lugares donde se registraron esos hechos ni de los religiosos implicados. Preliminarmente se conoce que uno de los casos es contra el sacerdote Alejandro Mestre. Alave indicó que al momento se está coordinando los antecedentes de estas denuncias y aún no se presentaron víctimas. Agregó que el caso no está en reserva.
Audalia Zurita, abogada de la Compañía de Jesús, informó que el exprovincial y sacerdote jesuita Osvaldo Chirveches presentó hace unos días una denuncia respecto a dos casos que investigó y procesó la orden religiosa, referidos a los jesuitas fallecidos Luis María Roma y Alejandro Mestre.
Detalló que el caso Roma fue remitido a Santa Cruz, debido a que los hechos denunciados hacen referencia a la región cruceña de Charagua. El caso Mestre se investiga en la Fiscalía de La Paz y por ese caso se hicieron allanamientos a oficinas de los jesuitas en La Paz.
“Sí, han realizado un allanamiento en búsqueda de información y documentación que está en poder de la curia respecto a los sacerdotes involucrados en los delitos denunciados”, mencionó la abogada.
Agregó que fiscales, personal de apoyo y laboratorio e investigadores ingresaron a las oficinas de la Curia de los jesuitas, ubicada cerca del colegio San Calixto de la ciudad de La Paz.
La jurista indicó que los investigadores se llevaron algunos documentos y precintaron las oficinas. Remarcó que la Compañía de Jesús coadyuvará en las investigaciones porque no tiene nada que ocultar.
Además, explicó que el caso del sacerdote jesuita Alfonso Pedrajas, denunciado por actos de pederastia en el colegio Juan XXIII, se investiga en Cochabamba, donde se citará a quienes resulten encubridores de esos hechos.
Procurador solicita intervenir colegios de jesuitas
El procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, solicitó al Ministerio de Educación que intervenga colegios administrados por los jesuitas. Además, los estudiantes del colegio cochabambino Juan XXIII también denunciaron que otro sacerdote, Ernesto Pifarre, abusó de niñas entre 1992 y 1995.
“Al Ministerio de Educación, que es el órgano rector, que tome las medidas protectivas para niños y adolescentes en estos colegios ya sean directamente administrados por jesuitas o indirectamente con convenios, (con) la intervención inmediata. Que tomen acciones inmediatas”, indicó.
Resaltó que no se puede permitir “más esto”, refiriéndose a los casos de abusos y violaciones que se han ido registrando por sacerdotes de la Compañía de Jesús.
Pero él no fue el único denunciado, pues se conoció que otros sacerdotes jesuitas como Luis Tó, Luis María Roma y Antonio Gausset también abusaron de niños. Además, se supo que los padres Francesc Peris, apodado el “Chesco”, y Carlos Villamil, llamado “Vicu”, abusaron de niñas en el colegio Juan XXIII, al igual que Pica.
Fuente/paginasiete.bo
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