martes, 26 noviembre de 2024

El Tercer Ojo

Noticias de Tarija y Bolivia (Seguridad/Policial/Judicial)

Pese a denuncias de acoso y abuso sexual, el padre Coco sigue como párroco en Tarija

El obispo de la Diócesis de Tarija, monseñor Jorge Saldías, confirmó a Página Siete que el sacerdote se encuentra en esa parroquia.

El padre Jorge L.M.V., más conocido como “Coco”, fue denunciado en 2021 por acoso y abuso sexual, a través del Confesionario de la Universidad Católica Boliviana (UCB) ya que dictaba clases en esa casa superior de estudios en su sede Tarija. El sacerdote fue suspendido, pero desde hace más de seis meses retornó a sus funciones y ahora es párroco de la iglesia del municipio El Puente. Activistas protestan.

“Han pasado dos años desde que se realizó la denuncia públicamente y la denuncia no avanzó”, denunció la activista por los Derechos Humanos de Mujeres en Tarija, Mariel Paz.

Es más, aseguró que el sacerdote volvió a su labor y ahora es párroco de la Iglesia de El Puente. El obispo de la Diócesis de Tarija, monseñor Jorge Saldías, confirmó a Página Siete que el sacerdote se encuentra en esa parroquia.

Acotó que el padre “retornó ya hace un tiempo (a su misión)” tras asegurar que quizá sean seis meses y que volvió a su cargo “porque según las investigaciones de la Fiscalía fue liberado de las acusaciones”.

El Padre “Coco” fue denunciado públicamente en 2021 “por cuatro personas”, recordó Paz.

“Estas denuncias se hicieron públicas en 2021, a través del Confesionario de la UCB, una página de Facebook (de esa casa de estudios) donde al menos cuatro estudiantes denunciaron que fueron víctimas del sacerdote”.

De las cuatro, dos presentaron la denuncia ante el Ministerio Publico, pero fue rechazada en mayo del mismo año.

El padre “Coco” fue docente de la UCB de Tarija. Él dictaba la materia de Cristianismo donde además estaba a cargo de la Pastoral. Pero el 8 de marzo de 2021, se publicó una denuncia de una estudiante contra el cura por acoso y luego de ella surgieron otras denuncias e incluso una joven lo denunció que ella fue agredida por el sacerdote en una unidad educativa cuando ella tenía 12 años y él trabajaba ahí.

Debido a las denuncias, el arzobispado de Tarija lo suspendió temporalmente. Además, en la UCB también le iniciaron un proceso administrativo, pero tres meses después de la denuncia esa casa superior de estudios decidió suspenderlo de forma definitiva.

En un reporte del diario El País de Tarija, se conoció la resolución de desvinculación con el sacerdote, la cual fue firmada por el vicerrector administrativo financiero nacional. Antes, el Tribunal Administrativo, con miembros de la regional, investigó tres denuncias contra el sacerdote; al menos en dos se demostraron los hechos y, por ello, determinaron en mayo su despido como docente y alejado de la pastoral.

La resolución establece que “hay pruebas que acreditan que el sujeto incurrió en esta falta que califican como “comportamientos inaceptables e inapropiados desde todo punto de vista”.

Desde Tarija, hay que personas que están indignadas por la permanenecia del padre Coco en el municipio El Puente. “Mi cuerpo se envolvió de una rabia incontenible, cuando vi que el cura Coco, había sido nombrado párroco de mi Municipio de El Puente, y mucho más al imaginar que se pasearía en la capilla de mi comunidad, donde aprendí que es, y que no es pecado”, escribió Beatriz Vaca.

Después demandó que se investigue. “Yo, Beatriz Vaca, solicito al obispo Jorge Ángel Saldías Pedraza y a todos los jerarcas de la Iglesia Católica, saquen al cura Coco de las comunidades campesinas del municipio de El Puente, que se someta a las investigaciones del Ministerio Público y sea procesado como cualquier persona; y si después del juicio final sale que no es culpable, me disculparé públicamente”.

El pasado domingo, Página Siete publicó una nota en la que la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) conocía de 12 casos de pederastia y entre ellos está la denuncia contra el padre Coco. Estos hechos se informaron luego de que se conociera que el sacerdotes español Alfonso Pedrajas reveló en su diario que violó a 85 niños, adolescentes y novicios.

Paz lamentó que el sacerdote continúe en sus funciones, porque “hay un mandato desde el Vaticano que las investigaciones deben obedecer un principio de transparencia y que el centro de la investigación deben ser las víctimas. Eso significa que si se abre una investigación, las primeras personas que tienen que ser comunicadas sobre el hecho son ellas”.

Sin embargo, Paz aseguró que en contacto con dos de las víctimas ambas contaron que “nunca” fueron convocadas y nadie les solicitó un testimonio y ni dieron su testimonio en el marco de un proceso de investigación de la iglesia. “Por eso no tengo certeza clara de que se haya cumplido la investigación”.

Fuente/paginasiete.bo

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