El castellonense pasa al ataque a pesar de pilotar sin poder cambiar cómodamente de marcha y suma su 30ª victoria, una cifra que le acerca al récord absoluto de Despres y Peterhansel (33).
Ante la adversidad, Joan Barreda se crece como pocos en el Rally Dakar. En la cuarta etapa, apenas dos días después de haberse roto el dedo gordo del pie izquierdo, pareció desentenderse del dolor en su extremidad para fundir el cronómetro y apretar las tuercas a sus rivales. El castellonense, que con su 30ª victoria de etapa se acerca al récord absoluto en categoría de motos que comparten Stéphane Peterhansel y Cyril Despres (33), ganó con un tiempo de 4h28m18s que le permite recuperar gran parte del terreno perdido en la anterior especial.
El piloto de 39 años aprovechó su buena posición de salida -arrancó quinto- para seguir la estela de los mejores de la general, ganando mucho tiempo en una etapa de bastante arena y muchas trampas de navegación. Un problema técnico de Mason Klein, que tuvo que pararse 10 minutos para reparar su moto, le quitó de en medio de la general y permitió a Barreda subir un puesto en la clasificación. Ahora es cuarto a 6m30s del líder, un Daniel Sanders que, a pesar de las bonificaciones por rodar en cabeza, perdió 4m07s con él en la línea de meta.
Hubo un poco de todo en la etapa propuesta por la organización, con pistas de grava y pasos angostos entre montañas, pero también dunas y arena, un territorio más favorable para el piloto de Torreblanca. “A ver si desde el principio puedo tener la mentalidad de ir tirando a ritmo más fuerte”, avisaba ayer Barreda, contento con el hecho de que los dolores en el pie no fueron a más. Una de sus principales preocupaciones eran los cambios de marcha, que precisamente requieren del uso de su dedo dañado: “Hay que convivir con el dolor, acostumbrarte, intentar compensar de alguna manera. Cuando más me duele es cuando cambio con la punta. Intento meter el pie más adelante, meter el pie entero, y ahí ya tengo más facilidad”.
Para intentar competir con menos dolores, Barreda le tomó prestada una bota izquierda a su compañero de autocaravana, el chileno Pablo Quintanilla, segundo clasificado a 16s en la etapa. Como tiene un pie más grande, al castellonense le entra mejor el vendaje necesario para mantener el dedo firme y en su sitio con esta solución de urgencia.
A pesar del tremendo aguacero que obligó suspender la tercera etapa y que anegó el campamento en Ha’il, la cuarta cronometrada pudo disputarse con total normalidad y sin modificaciones en el recorrido. En un Dakar duro y con muchos giros de guion, otro de los referentes a dos ruedas tuvo que abandonar. Joaquim Rodrigues, piloto portugués y el primer ganador de etapa para el equipo HERO el año pasado, cayó en el km 90 y fue trasladado al hospital con un traumatismo en la pierna izquierda. Lorenzo Santolino (Sherco) fue noveno en la especial a 10m26s de su compatriota, un resultado que le sitúa a las puertas de los diez mejores en la general (11º a 26m03s).
Fuente/elpais.bo
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