Expertos consideran que los impasses al interior del MAS responden a afanes electorales, y que la tensión y los ataques se incrementarán a medida que se acerque la fecha de las elecciones presidenciales de 2025.
En casi dos años de gestión, el gobierno de Luis Arce pasó de coordinar acciones con el jefe del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, a una “guerra abierta”. Expertos consideran que esto muestra una pugna interna por tomar la dirección del partido, con miras a las elecciones de 2025.
A su retorno al país, luego de un año de exilio, en su discurso del 11 de noviembre de 2020, Morales reveló que coordinó con Arce la designación de autoridades. “Esta mañana nuevamente conversamos, internamente, debates para no equivocarnos en la designación de autoridades”, afirmó entonces.
El exmandatario renunció el 10 de noviembre de 2019, el mismo día en que la OEA hizo público el informe preliminar de la auditoría a las elecciones del 20 de octubre de ese año. Un día después de dimitir escapó del país.
Al iniciar su gestión, Arce también coincidió con el discurso de Morales en torno a la crisis de 2019. Eso se hizo evidente en sus primeras alocuciones, en las que habló del supuesto “golpe de Estado” y se refirió, además, como “golpistas” a los opositores y como “gobierno de facto” a la administración de transición.
“Se sembró muerte, miedo y discriminación, recrudeció el racismo y se usó la pandemia para prorrogar a un gobierno ilegal e ilegítimo”, manifestó en su discurso del 8 de noviembre de 2020.
No obstante, el punto de inflexión ocurrió a partir de diciembre de 2021, cuando en un encuentro de evaluación en el trópico de Cochabamba, el exmandatario contó que en una reunión con el Ejecutivo, un ministro dijo que en 2020 el electorado votó para mejorar la salud, economía y justicia.
Morales entonces señaló que ese ministro está “totalmente equivocado”, porque el electorado votó agradecido por los 14 años del gobierno del MAS y para que siga la “revolución democrática”. Al mes siguiente, el exmandatario indicó que Arce debía mejorar su gabinete de ministros.
Tres hechos recientes son los que mostraron mayor resquebrajamiento en la relación de Morales y el gobierno de Arce. El 10 de septiembre, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, calificó de “cáncer” a los exministros del entorno de Morales.
El 6 de octubre, el ampliado evista pidió a Arce el “alejamiento” de Del Castillo y del ministro de Justicia, Iván Lima. El 9 de octubre, Lima escribió ocho tuits para aludir al exmandatario.
“Mi pensamiento sigue a Allende, Luis Espinal o Marcelo Quiroga, si hay que dar la vida se lo hace. Patria o muerte, venceremos. No huiremos”, tuiteó Lima, aunque luego borró los mensajes.
“Guerra abierta”
El politólogo José Orlando Peralta sostuvo que Lima atacó a Morales bajo el conocimiento de Arce. Agregó que facciones del oficialismo pasaron de disputas subidas de tono a “una guerra abierta”, debido a las aspiraciones presidenciales de Morales, de Arce y del vicepresidente David Choquehuanca.
“En el MAS pasaron de fuertes acusaciones y declaraciones a una guerra abierta. Lima no se maneja solo. Si continúa en su cargo, significará la evidente ruptura entre Evo y Arce. Estas peleas irán escalando a medida que llegue el 2025, sólo hay que esperar cuándo se pronunciará Arce y quiénes se le sumarán”, enfatizó el politólogo.
La abogada Nadia Beller indicó que es evidente que Arce respalda a sus ministros que se enfrentan con Morales, porque no los remueve. Anticipa que estas peleas serán cada vez más intensas, primero con miras a ganar la dirigencia del partido, porque sin la sigla, a cualquiera de las corrientes le será difícil encarar las elecciones presidenciales.
“Dirigentes que fueron importantes en la resistencia al gobierno de Jeanine Añez se desmarcaron de Morales y se acercaron a Arce. Esto disgustó a Morales porque perdió espacios y en su afán de recuperar sus espacios atacó a ministros. Ahora todos están tomando partido, hay un afán preelectoral, porque ni Arce tiene futuro con otro partido ni Evo”, manifestó la jurista.
El diputado del MAS Héctor Arce calificó de cobarde a Lima por publicar tuits y luego borrarlos. Indicó que “traidores y oportunistas del MAS” quieren desgastar la imagen de Morales.
“Vemos a esos oportunistas sinvergüenzas, traidores que buscan desacreditar al hermano Evo. Hay gente que busca la repostulación y lo ven al hermano Evo como un enemigo potencial para las futuras elecciones”, aseguró el legislador.
La directora de la Autoridad de la Madre Tierra, Angélica Ponce, acusó a la facción evista del partido oficialista de intentar mellar la imagen del Gobierno.
“Morales quiere desgastar la imagen del hermano Lucho a más no poder. Evo Morales no quiere darse cuenta que ya no está en el Gobierno, ya no puede mandar. Ahora gobierna Lucho”, explicó la funcionaria.
Fuente/paginasiete.bo
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