Expertos ven que el oficialismo da “dádivas” y prolonga en sus cargos a dirigentes a cambio de concentraciones y respaldo. El MAS afirma que los sectores están en su derecho de apoyar “al proceso”.
El caso de los denominados sueldazos que reciben dirigentes declarados en comisión y sin trabajar revela también prorrogismo en altas esferas de la Federación Sindical de Trabajadores Petroleros de Bolivia (Fstpb) y de la Central Obrera Boliviana (COB). Expertos sostienen que el Gobierno del MAS “compra con prebendas” a los ejecutivos sindicales y ampara su continuidad a cambio de respaldo político.
El martes 23 de agosto se dio a conocer un informe oficial que muestra que 61 dirigentes en comisión de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), de diferentes entes sindicales, ganan salarios que van desde los 6.377 hasta 40.571 bolivianos.
Los representantes de las federaciones se declaran abiertamente defensores del denominado “proceso de cambio”, y hasta se muestran como parte del oficialismo.
Aquello se vio este viernes, cuando el secretario ejecutivo de la Fstpb, José Domingo Vásquez, durante el acto del 70 aniversario de su sindicato, mostró un video en el que se lo observa en diferentes facetas como un dirigente allegado al MAS, desde que Evo Morales asumió la Presidencia en enero de 2006.
“El pueblo boliviano sabe cómo son los golpes, sabe cómo la derecha asalta (…). Somos orgullosos de ser parte un instrumento político, el más grande de Bolivia”, aseguró Vásquez durante su discurso, quien gana 19.222 bolivianos como técnico especializado operativo I y está de ejecutivo sindical desde hace más de 10 años.
Un informe del Ministerio de Hidrocarburos detalla que Vásquez ingresó a YPFB en 2000. En 2018 su sindicato regaló a Morales una medalla de oro y en 2019 apoyó la campaña del entonces mandatario que se presentó a la reelección, pese al “No” del referendo de febrero de 2016.
El máximo dirigente de la Central Obrera Departamental de Santa Cruz, Rolando Borda, en más de una oportunidad se mostró como un militante del MAS y defensor del gobierno de Luis Arce. Además, fue candidato a gobernador por el MAS en 2015.
El documento de Hidrocarburos evidencia que Borda ingresó a trabajar a YPFB en 1984. En la actualidad, recibe un salario de 21.688 bolivianos como especialista de estaciones.
“La prensa que nos ayude a investigar cuánto son los sueldos de los petroleros en Colombia, en Brasil, en Venezuela, en la Argentina. Se van a dar cuenta de que los sueldos de los petroleros en Bolivia son miserables”, aseguró Borda, el jueves.
Ambos sindicalistas participaron en la reciente marcha del 25 de agosto en apoyo a Arce y estuvieron en la testera junto a autoridades del partido gobernante.
En la lista de los trabajadores petroleros, de igual manera, figuran Henry Cabrera, exdiputado del MAS, como electricista I y el concejal suplente Rolando Pacheco Chávez, quien aparece como operador de planta.
Juan Carlos Huarachi fue elegido como secretario ejecutivo de la COB el 25 de febrero de 2018. El dirigente, desde que asumió en el cargo, apoyó al gobierno de Morales y durante los conflictos de 2019 convocó a sus afiliados a “defender el proceso”.
Huarachi es minero de la estatal Empresa Minera Huanuni de Oruro y reconoció en 2018 que los salarios de los trabajadores de la mina oscilan entre 15.000 y 18.000 bolivianos.
Cuando Morales estaba en el exilio, en 2020, el cobista logró negociar con el gobierno transitorio el aval para extender su mandato. El 25 de febrero de 2022 fue nuevamente elegido en el cargo y esta vez contó con el aval del gobierno de Arce, al que ahora defiende.
Sobre las críticas a los salarios de dirigentes en comisiones, el secretario ejecutivo de la COB expresó: “Finalmente, nosotros, los trabajadores, sabemos cómo trabajamos de acuerdo con nuestros estatutos y reglamentos”.
Nicanor Baltazar, dirigente de la COB y funcionario de YPFB en el cargo de mensajero, es también afín al partido de Gobierno y está declarado en comisión. Baltazar lleva varios años en la dirigencia y formó parte, por ejemplo, de la directiva sindical de la COB que estuvo presidida por Juan Carlos Trujillo, elegido en 2012.
Vitaliano Mamani retornó a la dirigencia de la central obrera y funge en el cargo de secretario de Organización. Mamani aseguró que está en comisión como dirigente de la COB desde que comenzó la gestión de Huarachi. “He sido elegido en el congreso del 2018, desde la gestión de Huarachi estamos todos; antes estaba yo en mi sindicato y antes en la Confederación de Fabriles”, declaró.
“Corruptela sindical”
Jaime Solares, exejecutivo de la COB, cuestionó la labor de los actuales dirigentes de las federaciones y sindicatos, puesto que —aseguró— no tienen “conciencia de clase”, y se alinean a quienes están en el Gobierno. Sostuvo que con el MAS se profundizó la “prebenda sindical”, y que antes de aquello los dirigentes en comisión eran contestatarios.
“Prorrogarse 10 años, 15 años ya es una situación de corruptela, porque el poder envicia a un hombre y lo vuelve corrupto. Evo Morales envició a dirigentes sindicales, a cambio de que lo apoyen, no se respetan los estatutos de los sindicatos. Los dirigentes ya no tienen conciencia revolucionaria. Dicen: Nosotros queremos tener dos casas y vehículos, no nos interesa el problema ideológico”, manifestó.
El exvocero presidencial Álex Contreras sostuvo que Borda y Vásquez se prorrogan desde los años 90 como dirigentes, y que incluso apoyaron la capitalización.
“Recuerdo dirigentes como Borda y Vásquez eran defensores acérrimos del gonismo cuando se dio la privatización de YPFB. Estos dirigentes no defienden a los trabajadores o una ideología política, defienden sus bolsillos. Son defensores de los gobiernos de turno; ahí está el caso de Huarachi que se prorrogó en la transición”, manifestó Contreras.
Uso de recursos
En 2014, el entonces presidente Morales entregó una sede sindical a los trabajadores petroleros de La Paz, que tuvo un costo de aproximadamente 2 millones de bolivianos. En 2015, otorgó un edificio de 18 pisos a los trabajadores de YPFB en Villamontes (Tarija), de un valor de 18,2 millones de bolivianos.
En 2012, Morales dio una sede a la COB. En 2014, el ente matriz de los trabajadores recibió un hotel. A ello se suma la entrega de sedes a las centrales de Beni, Bermejo, Tarija, Santa Cruz y Oruro, que costaron más de 22 millones de bolivianos.
El politólogo José Orlando Peralta señaló que el MAS utilizó los recursos del Estado para dar “dádivas” a los sindicatos y a sus dirigentes. Sostuvo que ello entraña un intercambio político.
“Hubo un intercambio político entre el MAS y sindicatos. Por un lado, el Gobierno les daba sedes y bienes a los sindicatos y también, mediante resoluciones, les extendió los mandatos a los dirigentes que le son afines. Por otro lado, los dirigentes hacían campaña, concentración y marchas y se muestran como militantes del partido”, complementó.
Parte y contraparte
El dirigente nacional del MAS Froilán Fulguera manifestó que los sectores sociales y la COB siempre lucharon contra los “gobiernos neoliberales”. Por lo cual, aseveró que al consolidarse con el MAS un “gobierno del pueblo”, decidieron sumarse al proceso de cambio para apoyar el desarrollo económico del país, y para que se respeten los derechos de los trabajadores.
“Las organizaciones sociales, la COB, federaciones y confederaciones están en su derecho de apoyar al proceso de cambio. Con el gobierno del hermano Evo hubo transparencia de los recursos y respeto a los derechos de los trabajadores. No veo que exista prebenda, exdirigentes históricos de la COB decían que hay que apoyar el proceso de cambio, porque es por lo que hemos luchado en los gobiernos neoliberales”, aseveró.
La diputada Luisa Nayar, de Comunidad Ciudadana, criticó que el gobierno del MAS destine el dinero de los bolivianos para pagar “jugosos salarios” a dirigentes que no trabajan y sólo hacen política a favor del oficialismo. Añadió que la sigla azul usa los recursos del país como un “botín político” para comprar favores.
“Arce saca dinero del pueblo para pagar jugosos sueldos a dirigentes que no trabajan. Estos dirigentes sólo hacen política para el MAS. Borda, Vásquez, Huarachi y su séquito de holgazanes sólo levantan el puño y no trabajan, y como no saben qué es trabajar, los jugosos salarios que reciben les parecen miserables, cuando hay familias que sobreviven sólo con 2.200 bolivianos al mes”, puntualizó la legisladora de oposición.
Fuente/paginasiete.bo
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