Los familiares velan los restos de la joven madre de 17 años y de una bebé victimadas, cuyos restos fueron encontrados enterrados al lado de un camino.
En medio del dolor y del clamor de justicia, así velan los restos de la joven madre de 17 años y de su hija, que fueron encontrados enterrados cerca de la comunidad Cochabambita en el municipio de San Ignacio de Velasco.
Paola Rosita Mayser Flores, mamá y abuela de las victimadas, clama a las autoridades que los responsables de arrebatarle la vida de su hija Jesús Yeniffer Guasace Mayser y su nieta, María Guadalupe Cuyati Guasace, sean condenados a pasar el resto de su vida entre rejas.
«Yo las encontré puro huesos, les pido que me ayuden a hacer justicia», manifestó desconsolada la mujer. Y es que después de peregrinar por cuatro meses en busca de su hija y de su nieta, el sábado -13 de agosto- las identificó pero solo parte de su cuerpo y en restos óseos que fueron desenterrados en un predio baldío al lado de un camino, por la comunidad Cochabambita.
La joven madre de 17 años y su bebé, que el día de su desaparición tenía solo 25 días de nacida, fueron vistas por última vez el 6 de mayo. Desde ese entonces sus familiares empezaron a buscarla. Yeniffer convivía con el papá de la pequeña, pero una expareja de la muchacha constantemente la acosaba, pese a que la familia en varias oportunidades le insistía que la deje en paz.
No conforme con ello, empezó a amenazarla. Por la desaparición de la joven, dos personas fueron capturadas y enviadas a la cárcel.
El 10 de mayo, Paola ya había sentado la denuncia por la desaparición de su hija y de su nieta, día en el que presentía que otras personas se la habían llevado, denunciando que podía pasarle algo peor.
Aseguraba que su hija no había escapado, ya que su nieta estaba delicada de salud, además toda la ropa de la joven madre y de la bebita, así como sus documentos personales, estaban en la casa.
El día de la desaparición, su pareja -transportista- no se encontraba en San Ignacio, ya que había realizado una carrera de expreso aprovechando que trabajaba con su auto.
El 16 de julio, el papá de la bebita posteaba en sus redes que llevaba 1 mes y ocho días sin saber del paradero de ambas. «Papá te quiere mucho y te extraña mucho mi bebé hermosa. Dios te bendiga donde estés y con quien estés mi niña hermosa», escribió ese día.
Las investigaciones de la Policía y la Fiscalía dieron con el supuesto autor (la expareja de la joven), principal sospechoso de la desaparición, quien en principio fue remitido a la cárcel con detención preventiva, pero tras el hallazgo de los restos óseos de Yeniffer y de Guadalupe, se amplió la investigación por los delitos de feminicidio e infanticidio.
El sábado 12 de agosto, unos vaqueros percibieron algo nauseabundo a un lado del camino. Fue así que encontraron los restos humanos sepultados. Los trabajadores dieron la voz de alerta a la Policía, quienes precintaron el lugar, pero al ser de noche y para conservar todos los elementos en la escena, algunos efectivos pasaron la noche en vigilia custodiando la zona y recién el sábado se hizo el levantamiento de los restos.
Por las fotografías de las prendas de vestir y de las chinelas mostradas por la Policía, los familiares lograron confirmar que se trataba de Yeniffer y de la pequeña Guadalupe.
Los restos de las dos victimadas fueron trasladados a la morgue judicial de la Pampa de la Isla en la capital cruceña, donde le realizaron la autopsia de ley. Se informó que la madre y la bebita habían sido apuñaladas y que y murieron desangradas.
Este domingo, 14 de agosto, los restos de ambas víctimas fueron trasladados nuevamente a San Ignacio de Velasco, precisamente a la comunidad San Antonio del Cerro donde serán sepultados.
Los familiares y vecinos piden a las autoridades dar con los autores de este doble crimen «Ahora seguramente ellos van a decir quién hizo daño a mi hija, se va conocer todo. Queremos justicia y que no salgan de la cárcel», dijo la mamá.
La Policía y la Fiscalía informó que además de la expareja de la joven victimada, también fue enviado a la cárcel el papá de la niña, porque este era una persona mayor de edad y la joven madre tenía 17 años.
Fuente/eldeber.com.bo
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