El colapso de una presa de desechos tóxicos mineros encendió las alarmas en Potosí, no solo por el desastre medioambiental que esto puede suponer, sino también porque destapa un precario sistema que estarían usando algunos ingenios para deshacerse de los residuos mineros. La preocupación pronto se extendió hasta los departamentos limítrofes de Chuquisaca y Tarija, e incluso hasta Salta (Argentina), pues la contaminación podría alcanzar las aguas del río Pilcomayo que las mencionadas regiones comparten entre sí.
El colapso de este dique de colas, que almacena cerca de 6.000 toneladas de residuos mineros y químicos según reporta la prensa local potosina, es visible desde las alturas del emblemático Cerro Rico de Potosí. Desde allí, Asuntos Centrales conversó con la concejal potosina Reyna Menacho (AS), miembro de la Comisión de Medio Ambiente, Minería y Forestación del concejo municipal de Potosí. La autoridad explica que acudió al lugar del colapso, en la zona Agua Dulce, y evidenció la ruptura de esta presa propiedad de la Federación Departamental de Cooperativas Mineras de Potosí, Fedecomin.
“Se ve cómo han caído residuos minero-metalúrgicos y van por el río. Si ven el río está de color plomizo”, señala desde donde conversamos y continúa “en ese sector están más o menos ocho diques y en este específicamente que ha colapsado hemos visto que no se ha trabajado de manera técnica porque estaban por la parte baja recubiertas con bolsas nylon, no se han usado geomembranas”, lamenta la concejal.
La contaminación, según detalla Menacho, llegó hasta el río Pilcomayo: “este dique parece pequeño, pero ha llegado hasta el río Pilcomayo en el que los comunarios incluso decían que se estaban recuperando de otra contaminación que se habrían suscitado el 2003. Había peces y ahora ya no habrá porque el agua es totalmente ploma como se ve. Esto va afectar a los sembradíos, toma de agua para animales, todo lo que es flora y fauna”.
Para entender mejor cómo es el recorrido de los residuos mineros en la zona, el asesor jurídico de la Comisión de Medio Ambiente, Minería y Forestación, el Dr. Camilo Vera, explica: “Hay tres sectores: zona alta, donde hay varios ingenios mineros, donde de forma subterránea transportan los desechos mineros; luego se conecta por el centro el ingenio Dolores, que ya no funciona, pero el curso sigue por ahí. Finalmente llega a los otros ingenios por el sector de Cantumarca; todos los anteriores agrupados en la Asociación de Ingenios. Estos tienen un cronograma para descarga de colas (residuos), que van a la presa de San Antonio. El problema está en que se ha ampliado la vida útil de esta presa de colas”.
Para el Dr. Vera es necesario un mayor control tanto de las autoridades departamentales, como de las nacionales porque, dice él, “el ente que otorgó la licencia ambiental es el ministerio de Medio Ambiente y Agua (…) Cuando hay mucha descarga no controlada sucede lo que ocurrió con Fedecomin en la ruptura de este dique de colas”.
Mientras se analiza el impacto ambiental de la ruptura del dique de colas, ocurrida el 23 de julio, el Ministerio Público inició una investigación de oficio a la que se sumaron las gobernaciones de Potosí, Chuquisaca y Tarija; la alcaldía de Potosí y el Ministerio de Medioambiente y Aguas.
Por otro lado, el pasado 4 de agosto, el gobierno de la provincia argentina de Salta recomendó a sus ciudadanos no tener contacto con las aguas del río Pilcomayo, mientras analizan la posibilidad de que estén contaminadas. La sugerencia, de manera preventiva, era no bañarse, no ingerir agua, no consumir los peces, ni pescar hasta que se conozcan los resultados del análisis al agua. El río Pilcomayo recorre Bolivia, Argentina y Paraguay. En el país, sus aguas pasan por Potosí, Chuquisaca y Tarija.
Fuente/asuntoscentrales.com
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