A junio de 2022, Bolivia registró 1,2% de inflación, la más baja de la región. En centros de abasto señalan que el aumento del precio de abarrotes es por la guerra y que el de verduras se debe a los efectos del invierno.
Pese a la baja inflación que registra el país, el precio de los productos de la canasta familiar va en aumento. Así lo sienten los ciudadanos en sus bolsillos cuando van a hacer compras al mercado. “El presupuesto ya no alcanza”, “cada semana se compra menos”, “todo está más caro”, dicen.
De acuerdo con el informe especial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de Naciones Unidas, presentado el 6 de junio de 2022, los países de la región se encuentran ante una desaceleración de la actividad económica, una lenta y desigual recuperación de los mercados laborales y una mayor presión inflacionaria (especialmente en alimentos y energía). El documento advierte que la conjunción de estos factores aumentará los niveles de pobreza e inseguridad alimentaria, ya que hay un encarecimiento de los productos de la canasta familiar.
Si bien es un problema de toda la región, el nivel de afectación es diferente en cada país, con Bolivia, de acuerdo con datos oficiales, el que presenta la inflación más baja.
“Pese a la crisis internacional, Bolivia es el país con más estabilidad de precios en Sudamérica. A junio de 2022 tenemos 1,2% de inflación, la más baja del continente. La aplicación de nuestro Modelo Económico, nos permite ser -nuevamente- ejemplo de manejo económico en la región”, informó el presidente Luis Arce el 10 de julio.
“Todo ha subido”, afirma Roxana Choque, cabeza de una familia de cuatro, compuesta de sus dos hijos (uno de ocho y otro de 12) y su madre, adulta mayor.
Cada semana, de los ingresos de su negocio, separa un monto fijo para hacer las compras básicas para su hogar. Pero desde hace un par de meses, ese dinero le alcanza para adquirir cada vez menos productos.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC), realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), señala que con respecto a mayo, en junio de 2022, se registró un aumento de 0,39% en los productos de la canasta familiar. Advierte que el incremento acumulado en el primer semestre del año es de 1,18%.
“Hay productos básicos que han subido el doble o un tercio”, afirma Roxana, mientras muestra un quintal de harina que en un puesto de abarrotes cuesta 250 bolivianos. “En abril o mayo estaba a 220… a principio de año costaba 180 bolivianos, de a poco fue subiendo”, explica.
“El azúcar también ha subido”, reclama Osvaldo P. Dice que a principio de año el quintal costaba entre 180 y 190 bolivianos. “Ahora buscando encuentras hasta en 260 bolivianos. En la Antonio Gallardo está algo mas bajo, ahí encontré a 230”, relata.
Al ver los precios en los mercados, los datos del IPC que muestran un incremento de 0,39% en el último mes y de 1,18% en el primer semestre, parecen muy lejanos. Pero lo cierto es que no son erróneos ni falsos, sino que responden a un promedio ponderado de los 513 productos que -divididos en 11 grupos- conforman la canasta oficial del país.
Si se revisa el desglose del incremento por grupos, se ve que cada uno tiene un comportamiento distinto. Por ejemplo, el incremento de los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas es el más alto (1,13%), casi tres veces el promedio total, mientras que el del rubro de comunicaciones tuvo una baja de -0,36%.
Asimismo, dentro de cada grupo, cada insumo tiene un comportamiento distinto. Algunos productos suben más, otros se mantienen y otros rebajan.
“La botella de litro de aceite costaba 11 bolivianos, ahora está a 14. También depende del tipo y calidad, pero en promedio está en ese precio”, cuenta Viviana, mientras realiza las compras.
Lleva un maple de huevos (30 unidades), que adquirió en 20 bolivianos, cuando antes costaba 18. “Alguna vez, de esos carritos con megáfonos, he comprado hasta en 15 bolivianos”, dice.
Aunque la canasta familiar cuenta con más de medio millar de productos, el aceite, el azúcar, la harina, los huevos, la carne, el pollo, las verduras, frutas y elementos de limpieza son algunos insumos prioritarios en los hogares. En éstos se siente el incremento.
“La libra de fideo a granel se podía comprar a 2,80 bolivianos, ahora está 4 bolivianos. El paquete de tallarín (marca comercial) estaba a 5,50 bolivianos ahora está a 7”, señala Carla Portugal, consultada por su compra de víveres.
Hace una semana, una serie de memes y videos circularon en las redes sociales en los que se advertía el incremento de las populares “sopitas” de fideo. El motivo no era otro que el encarecimiento de los ingredientes.
“Es por la harina. Eso y la manteca han subido primero. Se han disparado. El fideo se hace con harina, por eso es que está caro”, explica una de las vendedoras del mercado Rodríguez. Lo mismo pasa con el pan, dice.
Los panaderos amenazaron con subir el precio debido al incremento de los insumos. Pero la diferencia está en que este sector, por medio de Emapa, recibe harina subvencionada, a cambio de mantener los precios del pan de batalla (en La Paz 0,50 bolivianos).
Si bien los intentos de un alza fueron frenados con los controles del Viceministerio de Defensa al Consumidor, las piezas que llegan a las mesas de los bolivianos (aunque cuesten lo mismo) cada vez son más pequeñas.
“Por la guerra, eso nos dicen las vendedoras cuando se les pregunta. Ya no sólo es la harina, hay otros productos como los enlatados”, se queja una compradora del mercado Rodríguez.
Melina H. dice que antes se podía encontrar ofertas, pero ya no. “El extracto de tomate comprabas en tres por 10 bolivianos, ahora se vende suelto, a cuatro bolivianos cada lata”.
En un artículo publicado en el blog del Banco Mundial, escrito por el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Felipe Jaramillo, y el director regional de Crecimiento Equitativo, Roberte Taliercio O’Brien, se señala que si bien “la invasión rusa en Ucrania avivó el fuego inflacionario”, la mayoría de los países de la región han estado experimentando aumentos en los precios desde 2021.
“El combustible, medido en función del precio mundial del petróleo, y los precios internacionales de los alimentos subieron”, añade.
“Hemos estado consultando en diferentes mercados del país y los precios están subiendo. El aceite de cinco litros está a 65, 75 y hasta 85 bolivianos. Varios de los productos de la canasta familiar como huevos, pollo, azúcar… están subiendo. Por otro lado (el Gobierno ) dice que el empleo está creciendo, mentira”, dijo el senador Rodrigo Paz, de Comunidad Ciudadana.
Elprecio del pan
Precio: Tras los anuncios del incremento en el costo del pan, el Gobierno central, las alcaldías y el Viceministerio de Defensa al Consumidor empezaron un control de costos y peso en las capitales del país.
Operativos: En Oruro y Sucre se verificó que en mercados y tiendas de barrio el precio del pan de batalla se mantiene en 0,40 bolivianos. En Tarija el pan de batalla está en 0,50 bolivianos, aunque el que más se consume es el pan especial.
Oriente:Si bien en Santa Cruz el costo se mantuvo en 0,50 bolivianos, en cuatro mercados centrales, los controles evidenciaron que el peso de cada unidad bajó hasta 30 o 40 gramos, cuando debería pesar 60 gramos. Se anticiparon controles en las panaderías.
LaPaz: En La Paz, al igual que en Cochabamba y El Alto el precio del pan de batalla se mantuvo en 0,50 bolivianos. Puntualmente en la sede de Gobierno se encontró que las vendedoras de ciertos mercados dan una “yapa” de una o dos unidades de pan si se compra una cantidad .
“Poco a poco subió los precios. La sopa de fideo costaba 3 bolivianos y ahora está a 4, la de maní era a 4 y ahora, 5”.
Gregorio Gómez, cívico El Alto
“Hemos estado consultando en diferentes mercados del país y los precios están subiendo”.
Rodrigo Paz, senador CC
“Haremos control. Hemos mandado notas a Emapa para que pueda abastecer los puntos que tiene en El Alto”.
Eva Copa, alcaldesa
Los precios de verduras y frutas también suben
“Es que es invierno”, señala una de las vendedoras del mercado de Villa Fátima.
Los compradores recurrentes coinciden con ella. Señalan que cada año, por estas fechas, ciertas verduras y frutas tienden a subir. Y es que las heladas y el invierno bajan la producción, los alimentos escasean y por lo tanto son más caros.
“Pero ya con el calorcito también hay más productos y vuelve a la normalidad o baja”, dice la vendedora y añade: “Aunque este año, se sintió más la subida y el frío”.
Carla solía tener un presupuesto de 200 bolivianos para abastecer de verduras y frutas a su familia por 15 días. 100 bolivianos eran para verduras y 100 para frutas.
“Esta última vez gasté 170 bolivianos sólo en verduras. En frutas gasté 150 bolivianos. En total se hace como 320… y compré menos”, explica.
Entre sus compras están: una arroba de papa por 45 bolivianos, cuando hace 10 días la compró a 32. “Arveja, cuartita, compré a 38 bolivianos, antes estaba a 30”, detalla.
Virginia, que vive en El Alto, también notó el incremento. Cuenta que la cuarta de cebolla blanca antes costaba 15 bolivianos y ahora, 20. “Todo ha subido, unos dos o tres pesos”, sostiene. El aumento al que hace referencia es sentido incluso por la alcaldesa Eva Copa, que advirtió controles en ferias y mercados.
Para Fernando Ch., el incremento no fue tan notorio, porque para hacer rendir mejor sus ingresos, desde hace varios meses acude a los centros de abasto mayoristas, como el Mercado Santa Rosa o de Villa Dolores, ambos en El Alto.
En estos sitios, no sólo se compra por arroba o cuarta sino por lata o balde. “Ahí no se siente el aumento. En los otros mercados (Rodríguez, Villa Fátima y Villa Copacabana) siempre es un poco más caro, si no se logra comprar de los mayoristas”.
Pero los mercados de este tipo son muy pocos y por lo general están alejados, por lo que son de difícil acceso.
Fuente/paginasiete.bo
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