Este año se presupuestó Bs 4.794,6 millones para la subvención, pero analistas anticipan que superará los $us 1.000 millones con un barril de petróleo de $us 100. Se prevé un déficit de 8%, aunque puede subir más.
Las importaciones de combustibles y lubricantes en cinco meses sumaron 1.304 millones de dólares y expertos advierten que la subvención se duplicará hasta fin de año y elevará el déficit fiscal.
El economista Germán Molina sostuvo que las importaciones van a significar que Bolivia pague un mayor precio y eso incrementará los gastos.
“Este gasto a medida que aumenta el precio del barril de petróleo como consecuencia de la guerra en Ucrania, el alza de tasas de interés afecta a las finanzas públicas porque si bien puede mejorar ingresos el gasto en la subvención subirá”, dijo.
Este año en el Presupuesto General del Estado (PGE) el Gobierno presupuestó 4.794,6 millones de bolivianos ($us 688,8 millones) para la subvención a los hidrocarburos, con un barril de petróleo de 50,47 dólares, en tanto que Molina estima que hasta fin de año este monto se duplicará porque el barril de crudo está en la actualidad por encima de los 100 dólares.
Añadió que de esa manera los gastos para el Tesoro se mantendrán altos y si hay menores ingresos, se prevé que el déficit fiscal suba hasta los dos dígitos.
Además, de los 2.000 millones de dólares que colocó el Gobierno en bonos soberanos, sólo obtuvo 835 millones de dólares y el saldo debe cubrirse con deuda interna, letras y bonos del Tesoro y BCB y créditos como los 400 millones de dólares que aprobó de la CAF para apoyo presupuestario hace poco.
Para Molina no están dadas las condiciones para levantar o hacer ajustes en la subvención porque habría conflictos sociales y se tendría un efecto multiplicador porque elevaría los precios y generaría una presión inflacionaria. Del diésel depende el transporte que presta servicios al sector productivo que produce alimentos.
“Acá se debe analizar no sólo el precio de los hidrocarburos sino el problema central es si va a ser sostenible o no el modelo social comunitario en el mediano y largo plazo que funcionó bien cuando había abundancia de recursos hasta 2013 y luego los ingresos cayeron”, afirmó.
Para Juan Antonio Morales, expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB), la subvención es básicamente la diferencia entre el precio internacional del petróleo que está por encima de 100 dólares y los 27 dólares que se les paga a las petroleras por la producción de gas y crudo.
“Con las cifras de importaciones que se tienen, el efecto inmediato es un aumento del costo de la subvención y eso representa un gasto para el Tesoro. El déficit previsto es de 8%, pero es posible que aumente un poco más. La regla de prudencia es que no debería ser mayor a 3% de PIB y estamos tres veces más”, observó Morales.
Recordó que Bolivia no sólo subsidia los combustibles sino también los alimentos.
Morales sostuvo que el TGN está con mayor presión y al Gobierno no le quedará otra alternativa que ajustar la inversión de empresas estatales.
“El costo de la subvención, sobre todo al diésel, se está volviendose casi insostenible, hay otra vez escasez y en algún momento se tendrá que hacer ajustes. Hay varias propuestas para hacer un ajuste gradual y ordenado, de modo que afecte lo menos posible a los hogares de menores ingresos, pero es un tema delicado, es algo que debe ser bien explicado y ser manejado políticamente con habilidad y tener mecanismos de protección a la gente de bajos ingresos”, agregó Morales.
El analista financiero Jaime Dunn indicó que ahora que se importa más combustibles de lo que se exporta, el país dejó de ser gasífero y el negocio genera pérdidas. “El Estado puede seguir con la subvención, pero si fuera empresa privada tendría que cerrar”, manifestó.
Alertó que la importación de diésel sobre todo seguirá alta y a mayor costo porque se viene en los próximos meses la campaña agrícola de verano. Éste es un producto que hoy en el mundo tiene alta demanda y por lo tanto se requiere contar con efectivo para comprar en los mercados internacionales.
“Lo previsible es que la subvención a los hidrocarburos se duplique y supere los 1.000 millones de dólares este año. Hay tambien un efecto sobre las Reservas Internacionales con las mayores importaciones, y las finanzas están sometidas a mayor estrés”, declaró.
De acuerdo con Dunn, la necedad de contar con recursos para mantener la subvención obligará a ajustar la inversión.
El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, sostuvo que si el petróleo se mantiene en 100 dólares el barril, la subvención puede ascender a los 1.364 millones de dólares este año.
Fuente/paginasiete.bo
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